-No puedo creer que sigas siendo tan malo en este juego.- Me dijo mi pequeño hermano.
-No soy malo.
-Claro que sí, mira ya te voy a ganar.
-No, ¡NO!.
-¡TE GANÉ!.
-Te dejé ganar.
-No es verdad, eres el peor en este juego.
-Juguemos ot...- El sonido del timbre me interrumpió.
-Corre a tu habitación, ahorita jugamos.
Demián solo asintió y subió las escaleras corriendo, cuando lo vi desaparecer abrí la puerta. La confusión apareció rápidamente al ver aquélla persona, luego entre en razón y sabia el por qué de su visita.
-¿Se le ofrece algo?.- Dije sin expresión alguna.
-Sabe perfectamente a qué vengo.- Respondió la madre de ____.
-Si, me lo imaginé, pero supongo que tampoco quiere que la vean, claramente se nota por la forma en que viene vestida.
Su atuendo no era tan elegante como los que ella lo solía usar, traía unos lentes obscuros, y una gorra.
-Por supuesto que no, que dirían las personas.
-Entonces entre y terminé con esto.- Rode los ojos y me hice a un lado para que pudiera entrar.
Se quitó los lentes y observó detalladamente la casa.
-Debo admitir que para ser usted.-Me miró con desagrado.- Tiene un buen gusto.
-¿Le ofrezco algo de tomar?.- Dije ignorando lo que acababa de decir.
-No, gracias.
-Bien, ahora solo hable.
-Creí haberle dejado muy claro que no se acercara a mi hija.
-Usted no tiene derecho alguno de decirme que es lo que tengo que hacer y que no.
-Esto no es un juego, conozco a los de tu tipo, es igual que todos.- Bajo su cabeza.- Igual que su padre.- Susurró.
-Está muy equivocada, y claramente no entiendo que tiene que ver mi padre en esto, usted no lo conoce.- Entrecerre los ojos.- O ¿estoy equivocado?.
Note sus nervios, se tensó y me miró.
-Por supuesto que no.
-Le diré algo y que esto le quede claro a usted.- Hable mientras me acercaba a ella, hasta quedar cara a cara.- No me alejaré de su hija, usted no sabe lo que es tener a una persona como ____, en su vida, es claramente que como madre no sabe valorarla y haga lo que quiera, nunca la dejaré.
-Entonces tendrá que enfrentar las consecuencias.
Dicho esto salió rápidamente de la casa y se marchó. Estoy completamente seguro de que oculta algo, pero no será por mucho tiempo.
Tome mi celular y le marqué a Jack.
-Bueno.
-Ven rápido.
-¿Es urgente? Porque estoy con Sad...
-Ven rápido Jack.
Colgué.
Esta me va joder la vida si no hago algo rápido. Me pasé la mano por el cabello, solté un grito y tiré un jarrón que se encontraba ahí, mi enojo empezaba aparecer.
Respiré profundamente.
-Demián.- Grité y el rápido se asomó por las escaleras.
-¿Mande?.
-¿Quieres algo de comer?.
-Mm... pizza... helado y gomitas, de chile.
-Eres un aprovechado.
-Me lo merezco.- Me reí.
-Entonces pediré la pizza, tengo que salí por tus gomitas y el helado, Jack vendrá, así que le abres, solo a él.
-¿Y si viene la princesa ____?.
-Pues le abres y la dejas pasar.
-Pero dijiste que solo a Jack.
-Demián...
-Bien, pero también me compras chocolates.
-Eres un glotón pequeña pulga.
-Eso es un insulto para mí, rana.
-No te voy a traer nada.
-No seas flojo y ve por mi helado, mueve tu enorme trasero de rana.
-Hey! ¿quién te enseñó eso?.
-Jack siempre dice eso.
-Mataré a Jack, quédate aquí abajo.