Lo había arruinado, ahora el sabrá que soy la que corre en esa moto, realmente tenía miedo. Estaba en mi habitación recostada en mi cama, pensando en lo que había hecho fue un error haber nombrado lo de las carreras y además haberlo amenazado con que lo podría denunciar por vender droga. Tal vez para fin de mes esté muerta o tal vez para mañana.
Quise distraerme, tomé mi laptop y me recargué en la cabecera de mi cama, entre a mis redes sociales y en instagram tenía notificación, de todas una me llamó la atención. Era de Finn me había seguido y le había dado un me gusta en la última publicación que subí, la cual era de hace unas horas en la fiesta.
Entre a los mensajes y sólo tenía uno que era de un compañero de el colegio, me preguntaba sobre un trabajo que tendríamos que entregar la próxima semana. Salí de instagram y rápido le marqué a Sadie para contarle lo de Finn.
-¿Qué pasó ____?.
-Finn.
-¿Qué hizo ahora?.
-Me siguió en instagram, tengo miedo de que se de cuenta de que soy yo la que corre.
-Tranquila pensé en algo para que no sospeche.
-¿Qué?
-Pero tal vez no te gusta la idea.
-¿Que es?
-Te podrías hacer su amiga, así el no se dará cuenta de quien eres y tampoco morirás.
-Prefiero morir antes de ser su amiga.
-Vamos no es tan malo es eso o arruinar tu vida.
-Tal vez hay otras opciones.
-Ah si las hay, traer a tus changos detrás de ti cuidándote para que Finn no te mate y dejar de correr, pero tú decides.
-Sabes que no traería guardaespaldas y de ninguna manera dejaré de correr, es la única forma con la cual me puedo subir a una motocicleta.
-Entonces tienes que ser su amiga.
-No Sadie, todo menos eso.
-Entonces tendremos que pensar en otras opciones, pero creo que es mejor la que te digo.
-Tendré que pensar muy bien en lo que haré.- Dije y solté un gran suspiro.
-Sabes que cuentas conmigo para todo, y estaré de acuerdo con la decisión que tomes.
-Gracias, te dejo quiero descansar.
-Si, descansa.
-Igual, adiós.- Dije y colgué.
El plan de Sadie es un completa locura, no podría ser amiga de alguien como Finn, ¿Y si me llega a matar? no, tendré que pensar en otra solución, pero como dijo mi amiga hay pocas, es eso o morir. Tal vez tendré que hacerme amiga de Finn Wolfhard para que no sospeche nada.
Estaba tan metida en mis pensamientos que no había escuchado el sonido de una notificación en mi celular. Apagué mi laptop y la deje sobe el escritorio, tome mi celular para ver y era un mensaje de Finn en instagram. Creo que tendré que comenzar con el plan ahora mismo, abrí el mensaje y lo conteste.
-Hola niña rica.
-Hola, no me llames así.
-Bueno, disculpe señorita fresa.
-¿Que quieres?.
-Nada solo estaba un poco aburrido y como encontré tu instagram, decidí hablarte.
-¿Hablar? más bien molestar.
-Un poco de las dos.
-Eres un idiota.
-Tú eres una mocosa engreída.
-No soy una engreída, mucho menos mocosa no tengo cinco años.
-¿Cuantos años tienes?.
-Eso que importa.
-Solo quiero saber.
-16.
-Eres una nena.
-Mira quien habla.
-Si te refieres a mi edad soy mayor que tú.
¿Cuantos tienes?
-24.
-Que maduro.
-Más que tú si.
-Ohh vamos, te pido una disculpa.
-Bueno niña sabes cosas que no deberías saber y por tu bien es mejor que te calles y no digas nada.
-Eres imposible, eres un imbécil, y que te quede claro que no te tengo miedo.
-Como quieras niñita engreída, pero yo solo te lo advertí.
-Deja de llamarme así.
-Buenas noches NIÑITA ENGREÍDA.
-IDIOTA.