Viernes, último día de clases y vacaciones, faltaban exactamente diez minutos para que sonara el timbre de salida. La maestra dio no dio clase y todos platicaba cómodamente.
-Hace más de un mes que no salimos, ¿qué pasa contigo?.- Dice mi amiga pelirroja.
-¿De que hablas? Ayer fuimos en la noche a ya sabes.- Me refería a las carreras.
-Pero me refiero a que ya no estamos tan juntas como antes, solíamos salir de compras, a comer o simplemente quedarnos en tu casa a ver películas y comer hasta reventar.
-Me he ocupado un poco.
-Mentira, ¿qué es lo que pasa, sabes que jamás te juzgaría o me enojaría por lo que haces, lo que me enoja es que no tengas la confianza para contarme.- Era verdad, desde que empecé a ir con Finn ya no salgo con Sadie y no le dije que me iba con el casa vez que salía.
-Tengo algo que decirte.- Sonó el timbre que indicaba la salida y todos se levantaron menos Sadie y yo, sabía que no se iría hasta que le contara todo.- Estos dos meses me la he pasado en casa de Finn.
-¿Tu y Finn?.
-No, solo somos amigos.
-¿Entonces?.- Le conté cada detalle a Sadie, ella solo asentía algunas veces y ponía mucha atención a todo lo que decía.
-Tiene un hermano de seis años.
-Adoro a los niños, ¿como es el pequeño?.
- Pues como Finn, pero en versión pequeña.
-No se como puede soportar a Finn y tú igual.
-Es agradable.
-Claro.- Dijo con obvio sarcasmo.
Me levanté de mi asiento y tomé mis cosas, Sadie hizo lo mismo y salimos del salón.
(Llamada entrante: Finn)
-Es él.
-Pues contesta.
-Hola Finn.
-Hola ____, oye no podre ir por ti, Demián está enfermo y corrí a estrella, no quiero dejarlo solo, creo que contrataré a otra niñera.
-No te preocupes Finn, yo iré a tu casa, solo dejaré mis cosas.- Dije mirando a Sadie y ahí fue donde ocurrió la grandiosa idea.- Y no es necesario que contrates una niñera, tengo a la persona indicada para eso.
-¿Si?, ¿quién?.
-La llevaré a tu casa y tú decides si es la indicada o no.
-Bien, en un rato te veo.
-Si, adiós!.
-Bien Sadie, ¿qué harás estas vacaciones?.
-Nada interesante, me la pasaré en casa o mejor aún contigo.
-Oh pues que empiecen las vacaciones, vamos.
Dije y fuimos directamente a mi casa, nos arreglamos y fuimos directamente al súper mercado.
(...)
-Por favor Sadie.
-No ____, ¿te volviste loca?.
-No pero eres la persona indicada para esto.- Dije tomando algunas botanas y refrescos.
-Como podría cuidar al hermano de Finn.
-Sadie Demián no es como Finn, es muy lindo, amable y es muy inteligente.
-De igual forma alguien como yo o podría cuidar a su hermano.- Dijo y entendí a lo que se refería.
-Sadie eres increíble, que no te afecte lo que Finn dijo en el pasado, te quiero muchísimo y no me importa que seas de bajos recursos o lo que pasara con tu familia, te quiero por como eres tú, eres maravillosa y eso es lo que importa, además si Finn se niega nos iremos.
-Bien, lo haré.
-Perfecto, vamos a pagar esto.
(...)
-¿Sadie?.
-Si Finn, ella adora a los niños y es muy buena para cuidarlos, ella es la indicada.
-No sabía eso de la rojita pero está bien.
-Si, Sadie ven.- Grité.
-Voy.- Dijo esta subiendo las escaleras de dos en dos.- ¿Y?.
-Cuidaras al pequeño, ven te llevaré con él para que lo conozcas.- Tomé el brazo de mi amiga y la lleve a la habitación de Demián, entre y ahí se encontraba, reposando en la gigantesca cama.- Hola.
-____, ¿por qué tardaste tanto?.
-Digamos que fui a comprar algunas cosas para que la pasemos un rato contigo y traje a una amiga que te cuidará.
-¿Es linda como tú?.
-Muy linda.
-Dile que venga, la quiero conocer.
-Entra Sadie.- Mi amiga entro y saludo al pequeño.
-Una zanahoria.- Reír ante el comentario de Demián y se acercó para decirme algo al oído.- Si que es linda.
-Te lo dije, bueno Sadie es todo tuyo, iré a buscar a Finn para ver que comeremos y que es lo que haremos el día de hoy.
-Está bien.
Salí de la habitación y busqué en su recámara a Finn, este no se encontraba ahí, baje y tampoco estaba en la sala, ni en la cocina, salí al patio trasero y ahí estaba sentado fumando. Se notaba que estaba perdido en sus pensamientos que ni siquiera notó mi presencia.
-Te gusta mucho andar de curiosa, verdad.
-¿Como supiste que estaba aquí?.- Dije sentándome a un lado de él.
-Te sentí.
-¿Correras esta noche?.
-Si ¿y tú?.
-No lo sé.
-Tienes miedo.- Dijo levantándose de su lugar.
-¿De qué?.- Le dio la última calada a su cigarrillo y se agachó para quedar a mi altura, su rostro estaba tan junto al mío que podía sentir su respiración. La piel se me erizó por tenerlo tan cerca, mire todo su rostro, sus ojos oscuros, sus pequeñas y notorias pecas y sus carnosos labios, tenía tantas ganas de besar lo.
-De que te gane.- Dijo y soltó el humo en todo mi rostro.
-Ah, asco.
Este solo sonrió y entró a la casa, Finn me confundía, pero ahora si puedo decir que ya no lo estoy como antes, sabía que me atraía, de eso no había duda, pero mis sentimientos cada vez se hacen más claros, me estoy enamorando de Finn, y no podía, no tenía que hacerlo, sería imposible y él podría terminar en la cárcel, sería ilegal.