-¿Esto es necesario?.
-¿Qué parte no entendiste de que esa señora sabe algo que yo no?.
-Bien lo haré.
-Gracias.- Suspiré frustrado.
-La verdad no entiendo, ¿qué tendría que ver la mamá de ____, con tu padre?.
-No lo sé, pero estoy imaginando lo peor, sea lo que sea de verdad, le ruego a Dios que no sea lo que estoy pensando.
-Crees qué...
-Si Jack, tal vez es esa mujer.
-No hermano, no, ni lo pienses.
[Suena timbre]
-Yo voy.- Habló Jack.- Finn.
Gire la cabeza para ver.
Mierda!
-Wyatt...
-No Finn, habíamos quedado en algo.
-Lo sé, pero...
-¿Pero qué?.
-No quiero seguir en esto.
-¿Qué? ¿de que hablas?, tú eres uno de mis mejores vendedores.
-Y yo sé, pero ya tengo años vendiendo tu droga y ya te pagué todo lo que te debía.
-¿Es por esa chiquilla verdad?.
-No se a que te refieres?.
-¿Me crees estúpido?, se que estás saliendo con esa niña millonaria.
-No es nada serio.
-¿No?, entonces... ¿solo estás jugando con sus sentimientos?.- Dijo burlonamente.
-Ya sabes, nada comprometedor.
-Bien, te creeré. Tienes hasta mañana para entregarme el dinero de la venta.
-Pero, no tengo ni la mitad de eso.
-Dije mañana, estás advertido Wolfhard. Ya saben que hacer- Dijo por último y se marchó.
Los otros dos con los que venía me tomaron a Jack y a mí, sabía lo que venía, los golpes empezaron, pero claramente no me dejaría.
[...]
-Hijo de puta.- Dije poniéndome hielo en la ceja.
Tenía algunas heridas en la ceja, el ojo morado, el labio roto y algunos golpes en mis costillas. ¿Jack?, Jack no tenía tantos golpes notorios en el rostro, pero si en si cuerpo, estaba más jodido que yo.
-¿Te encuentras bien?.
-Creo que tengo una costilla rota.- Dijo Jack, quejándose por el dolor.
-Vamos te llevaré al hospital.- Lo ayude a levantarse y fui directamente a la puerta para salir.
Abrí está y ahí se encontraba ____, con la mano alzada y el puño cerrado, estaba a punto de tocar, vestía con unos jeans ajustados negros, si chaqueta de cuero, una gorra y sus lentes oscuros, siempre tan linda.
-¿Qué mierda les sucedió?.
-Despúes te explico, ¿podrías llevarte a Demián de aquí?.
-Si, pero...
Metí a Jack en el coche.
-Escúchame, llévate a Demián, no regresen a la casa, que Sadie también valla contigo, me sentiré más seguro que los tres estén en su casa que en la mía o en la calle.
-Bien, lo llevaré.
-Te amo.- Le di un beso corto y corrí para subir al coche.
[...]
No sabía que diablos estaba sucediendo, ¿qué demonios le había pasado?, estaban muy golpeados y más Jack, el pobre no podía ni estar en pie.
Entre rápido a la casa de Finn y subí a la habitación de Demián, este no se encontraba en esta, salí y busqué en las demás habitaciones y nada. Fui al patio trasero, tampoco se encontraba ahí.
-Demián.- Grité.
Subí de nuevo a su habitación y busqué debajo de la cama, en el baño, el clóset, bingo.
-Ahí estás pequeño.
Estaba sentado en el suelo hecho bolita, sus brazos se abrazaban a sí mismo y tenía lágrimas que se escurrían de sus pequeños ojos color miel, sus mejillas pecosa se encontraban un poco rojas, no dudé ni un segundo y lo cargué.
-¿Mi niño, que te sucede?.
-Le pe-gaban.- Hablo mientras volvía en llanto.
-¿A Finn?.
-Y Jack.
-Ya pasó, ya pasó, tranquilo.
-Dos hombres.
-¿Sabes que sucedió?.
-Yo estaba aquí jugando y luego se escucharon ruidos feos, me quedé en las escaleras para ver y le estaban pegando a Finn y Jack.
-Ellos están bien corazón, no te preocupes.
Busqué entre sus cajones una gorra y saqué algunos cambios de ropa.
-¿Qué haces?.
-Te llevaré a mi casa, veremos películas y pediremos comida.
-¿Y Finn?.
-Él irá después.
No dijo más, metí la ropa en su mochila y lo cargué, bajé rápido y cerré la casa con llave, Finn, siempre le dejaba una llave a Demián. Subí al pequeño en la parte trasera del coche y le coloqué en cinturón, dejé su mochila a un lado y cerré la puerta. Finalmente subí y conduje a la casa de Sadie, iría por ella para que se quedara en mi casa, teníamos que distraer de alguna forma a Demián.