Desgracia Ardiente (editando)

Capítulo 10

"Sangre"

Alisson

Que es aquello que anhelas que no puedes tener, un amor, un padre, un hermano, una ilusión, un matrimonio, una alianza, un enfrentamiento, anhelamos todo aquello que no podemos tener, lo prohibido sabe mejor, lo inalcanzable es lo deseado, es por eso que siempre anhelamos lo que creemos prohibido, ahora que pesa más, el odio, el amor, el rencor, la traición, la sangre, que pesa más que la sangre, el odio, el amor, y la traición juntas.

Creemos que al crecer nuestros problemas mejoran o acaban, pero no es así nuestros problemas recién están comenzando, porque confiamos, porque creemos, porque sentimos fe, fácil porque queremos hacerlo, ya sea por instinto, queremos creer en algo, sea o no verdad.

Somos seres que nacemos con el pecado de Adán y Eva, porque seriamos buenos si al venir al mundo ya hemos pecado, que hace pensar que no lo seguiremos haciendo, pecamos por vanidad o por gusto, por ninguna de las dos, pecamos porque es prohibido hacerlo y lo prohibido siempre sabe mejor.

-Tu tiro es casi perfecto Alisson- dice Niccolo a mi espalda.

Han pasado seis meses desde que llegue aquí, entreno en el día defensa personal y por la noche Niccolo se dedica a prepararme con mi tiro, he perdido la cuenta de las palizas que me han dado y de los tiros fallados, pero siempre avanzo, mi padre ha querido visitarme, pero me he negado, no se de Ania ni de Jackson y muchos menos de Leandro.

He desaparecido de la faz de la tierra, solo Niccolo, Philip y Vanessa saben de mí y me entrenan de la mejor manera, he decidido crear mi propio legado, ir contra mi padre y todo aquel que desee que Jackson me domine. Niccolo y yo nos dedicamos a besarnos o toquetearnos, pero solo eso, admito que quiero más que eso, pero siempre nos vemos interrumpidos.

-Falta pulir un poco tu tiro, en dos semanas lo tendré listo, para que no falles ni un tiro- dice mientras me dice al oído y lo besa.

-Crees que mañana le podre ganar a Vanessa- digo aun tirando al hombre de manera que está a metros de mí.

-No lo creo, estoy seguro, tu técnica es impecable, pero debes mentalizarte que ganaras, la mente logra lo que el cuerpo quiere. -dice agarrando mis manos y quitándome la pistola desde atrás de mí.

-Entonces si mi cuerpo quiere algo, debo decirme a mi mente- digo volteándome mientras pongo mi cuerpo muy pegado al suyo.

-Si tu cuerpo quiere algo, debe pedirlo-dice levanto mi mentón para que le mire a los ojos.

-Pedir algo, no es mejor tomarlo sin pedir nada- digo rozando mis labios con los suyos.

-Quiero comentarte algo importante- dice poniéndole seguro al arma y agarrando mi mano para que camine con él.

-Dime que no está mi padre aquí-digo mientras frunzo el ceño.

-No, es algo de nosotros y el trato- dice empujando mi espalda para que pase a la oficina de la casa.

-Philip, no sabía que te gustaban los tríos- digo mientras tomo asiento en el sillón, sacándole una risa a Philip, mientras Niccolo se sienta en el escritorio.

-Me gustan, pero no con solo una mujer- dice guiñándome el ojo.

-Deja las bromas Philip, dile a Alisson la buena noticia- dice Niccolo mientras se sienta al lado de mi con una carpeta en una mano y un trago en la otra.

-En la mafia de los Gold, existen tradiciones desde que el fundador Conrad creo la organización, Conrad se casó con Esmere en forma de alianza, desde ese punto cada vez que alguien quiere formar una alianza, las partes que quieran formar la alianza deben crear un matrimonio- dice Philip mientras se levanta y comienza a hacer garabatos en el pizarrón que está enfrente mío.