Capítulo 44

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"Naznacheniya" – Destino

Narrador omnisciente

Como toda guerra próxima a realizar, Anton, Alisson y Niccolo se aliaron, nuevamente creando el triángulo de las bermudas, para derrotar a sus enemigos que los quieren ver caer. Mientras Mark, Vanessa y Philip, cuidaban y huían con los pequeños, el nuevo triángulo de las bermudas se enfrentaba a nuevos retos, como la recuperación inmediata de Alisson, por la cual Anton se esforzó y diseñó una droga altamente poderosa solo para ella.

Alisson solo deseaba e imagina la cara de sus pequeños, los que trajo sin anestesia y bajo una cesárea que casi le arrebata la vida, pero sabía que su protección era mayor que su deseo, debía protegerlos sin importar nada más.

Anton estaba enojado y él nunca lo estaba, habían despertado un monstruo que se mantenía bajo la oscuridad, pues al no tener a Leonardo a su lado, hacía que por sus venas corriera la furia, la sangre y el odio, lo que él no sabía era que su pequeña hermanita le había hecho una mala jugada y ahora su enojo era poco para lo que se desataría cuando se enterara de la verdad.

Niccolo estaba ardido, con su familia, la muerte de Gus lo tenía así, con deseo de venganza, pero estaba tan ciego que nunca se dio cuenta que sus padres había matado a su hermano, solo por petición de sus abuelos Baldercom, matar a sus padres fue la satisfacción más grande que tuvo, pero aún tenía su familia australiana, la que deseaba asesinar con sus manos, y ser el único Baldercom con vida, además de su hermanita y sus hijos, a los que amaba con toda el alma.

El triángulo de las bermudas dos semanas después de la recuperación de Alisson, emprendió camino a Alemania, territorio de Leandro, el amigo de la infancia de Alisson y protegido de su padre, Jarold estaba desesperado por encontrar a su pequeña princesa Ali y a sus nietos, que logró convencer a Leandro de retener a Alisson apenas pisara territorio alemán.

El trío tenía el dolor, odio y el deseo de venganza en su organismo, los tres detestaban a Jarold, y eso que aún no se sabía la verdad.

Alisson creía que la familia lo era todo, que era la única en la cual podías confiar, que jamás te traicionaría, pero se equivocó, su familia era la peor de todas, empezando por Conrad Brown, sus tíos y padre, eran la escoria de la humanidad, pero ella aun no lo sabía con certeza, pero no tardaría en saberlo.

-Cúbranse. -grito Anton al ver como los alemanes que creían sus aliados, estaban atacandolos, y estos fueron obligados a salir de Alemania, sin percatarse que uno de ellos estaba herido, desangrándose con tal de proteger a Alisson.

Recorrieron kilómetros hasta llegar a la frontera francesa y Anton se desangraba a mares, pero en ningún momento paró, se quejó o hizo una mueca, era un guerrero entrenado para sobrevivir o morir y una herida como esa, era un rasguño para él.

Llegaron a la primera casa que se encontraron, la primera que estaba cerca, las demás se veían a kilómetros y no podían más, al llegar a la puerta Anton se desmayó, aunque no sintiera dolor, su organismo se debilitaba y lo sentía.

Lo que sufrió siendo militar, hicieron que el cuerpo de Anton tuviera cicatrices, que se acostumbrara a morir lentamente, Pietro Dancomo se encargó de que Anton fuera el más fuerte de sus hijos, torturándolo hasta que el dolor se fuera, o eso creía él.

Anton, Alisson y Niccolo, eran tan diferentes, no tenían nada en común el uno con el otro, pero algo en sí los unía: el deseo del poder.

- ¡Anton! -el grito de Alisson aterrorizó a Niccolo, quien se puso en posición de ataque, por más que trataba de parar el sangrado, el cuerpo de Anton estaba débil, demasiado, no se podía saber cómo es que soporto esto, pero Anton si lo sabía, porque todos los días lo tenía presente.

Desgracia Ardiente (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora