Capítulo 34

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Maratón Lilith (2/3)

Morte- Muerte (Parte 1)

Alisson

Serás entregada a Jackson decía mi madre, serás esposa de Jackson, serás una Woods, así nuestro linaje prevalecerá, el negocio crecerá, y la sangre del linaje de la mafia más poderosa de estadounidense se multiplicará.

Mi padre dijo cásate con Woods, pero antes serás entrenada por Niccolo Baldercom mi socio en los negocios, el sabrá amoldarte a este mundo, y eso hizo, pero con otras intenciones, no solo me mando a entrenar para Niccolo, si no a casarme con él, a que uniera alianzas con él, dejando de lado a los Woods.

¿Por qué lo hizo? Es fácil adivinar, los Baldercom vienen de un linaje sanguíneo y de mafiosos, su nombre vale en Australia, como el Brown en Estados Unidos y el Dancomo en Italia, su apellido hace honor a las bestias que lo llevan, no sé lo que sucedió pero los Baldercom tuvieron que huir de su propia nación, refugiándose como abogados en Miami, entregando a su primogénito para seguir en el negocio, si los Baldercom obtuvieran de nuevo el poder absoluto de Australia, serian una de las mafias más poderosas, es por eso que mi padre me caso con Niccolo, bueno yo me case con él.

Pero no obligada, tal vez enamorada, ya ni si quiera se lo que significa, pero en fin, entienden mi punto no es así pequeños monstruos del mal.- susurro mientras observamos el anochecer, toco mi vientre, al contarles la gran historia de amor de sus padres a mis hijos.- Lo único en lo que jamás me arrepentiría es en tenerlos, pondré a todas las mafias a sus pies, el gobierno les lamberá las botas, son Brown, son mis hijos y serán mejores que yo, pero antes les abriré el camino que mis padres me arrebataron.-susurro por ultimo, mientras limpio una lagrima que desciende por mi rostro.

Los días en la mansión han sido alborotados, Alice aquí no me gusta para nada, temo que arruine lo que me esforzado por aparentar, Niccolo parece observarme demasiado, pero sin desconfianza, Sofia me merodea, trata de buscar un punto frágil en mí, le será difícil, ya que los muertos no hablan o sí.

Mi padre aún sigue sonriendo y llamándome la pequeña Ali, ahora tiene sentido el porqué de su apodo, le llamara la grande Ali a mi hermanita mayor o tampoco es bueno poniendo apodos, al igual que no es bueno poniendo nombres.

En unas horas al amanecer tendré una reunión con Anton y me encuentro nerviosa, demasiado, él logra intimidarme y sacarme de quicio, Anton es el mejor entrenando y como no si es el militar más solicitado de las agencias militares del mundo, sonrío sin querer al recordarlo, hace días no me llama, extraño el LIlith sonar de su cabeza y su voz dura diciéndome la gran emperatriz que estoy por ser. Anton se ha portado bien conmigo y es por mi sonrisa o eso me quiero plantear.

Sin más que decir me encamino a la habitación en la cual Niccolo no está, y siento alivio, me recuesto y observo al techo, preguntándome si algun dia llegare a ser esa emperatriz con la que todo el mundo sueña y sin más mis ojos se cierran quedándome con la duda.

......

Me visto para mi encuentro con Anton, un vestido rojo que encaja a la perfección con mi cuerpo y con mi embarazo, uso el labial rojo, retoco un poco mis mejillas, tomo mi bolsa, y hecho mi arma, junto a mis cuchillos y también la libreta en donde tomo los apuntes necesarios e importantes de la organización. Salgo de la habitación tras echarme el perfume y con cuidado cierro la habitación, camino hasta bajar las escaleras, todos parecen estar sentados en el comedor a excepción de Vanessa y Bruno, pero Philip parece no estar contento.

Algo que llama mi atención es a Alice sentada al lado de Niccolo, justo como lo hacía, no es por querer marcar territorio, pero mi hermana mayor debe saber quién está a cargo acá y debe aprender que su lugar aquí es corto, quiero que sepa que yo mando y ella obedece.

Desgracia Ardiente (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora