Capítulo 35

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Maratón Lilith (3/3)

Morte- Muerte (Parte 2)

Alisson

Cuando era pequeña mi padre solía contarme un cuento, de una reyna y un rey, algo mítico, algo evolucional, que cuando ambos se encontraran lo sabrían, una reyna y un rey gobernaría lado a lado, protegiéndose con la vida de ser necesario, jamás supe que fin tenía ese cuento, pero sé que hablaba de unos reyes, que se encargarían de gobernar un mundo bajo sus reglas, bajo su mandato, aun me pregunto cuál será ese mandato.

Cuando conocí a Niccolo quede cautivada con él, su imponencia, su elegancia, su manera de entrenarme, su manera de tocar mi cintura, me doblego completamente, me hizo caer a sus pies, y sin pensarlo le entregue todo de mí, desde mi corazón, mi alma y mi cuerpo, erróneamente creí que era la persona indicada, pero uno siempre se equivoca y lamentablemente yo lo hice.

Mi familia me colocará en un trono del lado de Niccolo, donde tendré que soportar sus aberraciones, sus actitudes, sus malos tratos, sus engaños, sus humillaciones y todo por poder, un poder que adquirirá la organización si Niccolo reclama su mafia australiana, no solo nos convertiríamos en una organización poderosa y rica, seriamos de nivel uno, aumentando nuestras ganancias y nuestro poder, colocándonos en primer plano.

Realmente lo intente, intente dar todo por él, por mí, por nuestra familia, pero él se encargó en destruir ese sentimiento puro que creció en mi corazón, se robó mis ilusiones, mi cordura y mi lealtad, nada que venga de un Baldercom es bueno y eso ya lo sé. Tarde, pero lo sé. De a ver conocido a Anton primero las cosas serían distintas, afortunadamente todo llega a tiempo, y cuando debe llegar.

Anton, Anton, Anton, solo se hablar de él.

Quiero decir que admiro a Anton, su audacia, su elegancia, su fortaleza, su determinación, cada cosa de Anton es auténtica y eso me hace admirarlo, francamente pienso que los años siendo militar, volvieron a Anton es lo que es, pero una parte de mí también opina que, aunque no creciera siendo militar, Anton seria Anton.

Ahora solo me determino a ver por las dos criaturas que crecen dentro de mí, que florecen y comienzan a ganarse mi corazón, todo lo que hago es por ellos y para ellos, es lo único bueno que Niccolo me ha dado, es por eso que apenas tenga mis bebes en brazos deberé irme de aquí, no permitiré que los enemigos que ha formado la organización y Niccolo, no permitiré que los dañen, son lo único bueno que tengo en mi vida.

Si algo les ocurriese, simplemente dejaría de existir, quiero alejar los malos pensamientos de mi mente, y centrarme en lo que importa ahora.

La muerte de Sofia. Un regalo de mi parte para Anton, su fiesta dará mucho de hablar, varios socios, varios aliados y varios enemigos estarán ahí, logrando que este sea el sitio perfecto, lo bueno de Anton y los Dancomo es que nadie los reconoce, que nadie sabe quiénes son y eso los hace especiales, puedes tener al enemigo cerca y no darte cuenta.

Sobra decir que estoy alistando todo, reviso los planes de donde será el lugar, busco rutas de escape, de salida, de entrada, algo que pueda lograr para asesinar a Sofia, su muerte será gratificante, será mi entrada al lado de los Dancomo, no encuentro un solo lugar donde hacerlo, sin que sea visto por el ojo público.

A menos que sea en un lugar privado, un baño, pero para eso necesitare una distracción y soy buena logrando distracciones.

Guardo los planos, para ser precisa los quemo en la chimenea y con ellos toda lealtad a los gold, si los socios siguen a un monarca que no pertenece aquí, nadie merece mi lealtad, las personas deben comenzar a saber quién los lidera y si no lo saben se pudrirán uno con uno, no tengo tiempo que perder, en tres meses me será imposible lograr lo que puedo hacer ahora.

Desgracia Ardiente (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora