11. Tiempo Expirado

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Capítulo dedicado a Valenr_90 por siempre votar y comentar en mi historia; y por seguirla desde el primer momento.

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La semana pasó más rápido de lo que esperaba. Las clases comenzaban a ser más tediosas porque los primeros exámenes se iban acercando, y los profesores no dejaban de insistir en el estudio como si su materia fuera la única que teníamos en todo el año. Si así fuera todos aprobaríamos con diez y de sobra, pero la vida es injusta.

—Beth.... Beth...—comienzo a escuchar mi nombre, pero pienso que es solo una ilusión de mi cansancio ya que los ojos se me cierran poco a poco y en profundidad. Pero termino cayendo en la realidad ya que me caigo de mi silla en medio de la clase de la escalofriante profesora de francés, Anette. 

Ella se da vuelta de inmediato y me levanto lo más rápido posible antes de que me vea tirada en el suelo.

—Pardon. Se me cayó el lápiz. Lo siento.— para mi suerte me ignora despiadadamente y sigue anotando los temas del examen en la pizarra. Miro a Alex fulminándolo con la mirada.

—Te estabas durmiendo, no me culpes muñeca. Te hice un favor.

—Merci, idiota.—blanqueo mis ojos mientras vuelvo a tomar mi lugar en mi banco.

Para mi fortuna el timbre suena, y Anette se va, y las siniestras vibras del salón también. Otra vez somos un curso revoltoso de alumnos de último año que se transformarán en adultos. Bueno, tal vez exagero un poco. Pero si era verdad que casi todos odiábamos las clases de francés, no por el idioma, sino por la amargura de la profesora.

—No aguantaba un minuto más sentado en esa silla. Juro que jamás viajaré a Francia ¡Jamás!—dijo Mirko mientras estirada su espalda y brazos.

—La escuela me tiene mal.— Alex coincide con su primos mientras le da un trago a su bebida energética. Tenía dos grandes ojeras adornando sus zafiros.

—¡Ánimo! Es el último año, debe valer la pena.— Charlotte intenta animarnos. 

—Iré al baño a lavarme la cara antes de que termine durmiéndome en la próxima clase.— menciono y salgo del salón.

Una vez entro suspiro y lavo mi cara con agua fría; pero cuando seco mi rostro comienzo a escuchar sollozos. Al parecer mi cansancio me estaba jugando una mala pasada todavía, y el baño no estaba solo, sino que había alguien encerrado en un cubículo llorando.

No sabía exactamente que hacer, más que mirar el cubículo pensativa. Pero esto no duró mucho hasta que vi a Britney salir de el. Me sentí tan nerviosa e incómoda que no tuve más impulso que darme la media vuelta y lavar mis manos. Britney salió con la cabeza a gachas e incómoda. Pero más incómodo me era recordar las palabras de Alex el otro día. 

 Britney pensaba que él y yo estábamos saliendo ¡Claro que no! Jamás saldría con alguien tan arrogante e irritante como Alex. Ni en mil años. Nunca había tenido un prototipo de chico ideal, eso siempre me pareció algo estúpido, ya que nunca decides de quien enamorarte, pero estaba segura de que de Narciso no sería.

Enamorarme.

Me había enamorado de alguien, de alguien que ya no es necesario nombrar. Y que por algún motivo recordarlo ya no era tan doloroso o molesto como antes, pesaba menos, y eso me hacía sentir bien. Un idiota no puede con la poderosa Beth Dumont. Sonrío para mis adentros.

Britney había salido tan rápido del baño como yo había quedado atrapada en mis pensamientos. Sentía un poco del culpa, y también me sentía mal por ella. Entendía lo doloroso que había sido su desamor.

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