14. Rastros Frágiles

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El capítulo de hoy está dedicado a Lauramg24052005

PD: LEER NOTA DE AUTORA FINAL
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Durante la mañana del lunes, High Jules estaba lleno de estudiantes nerviosos mordiéndose las uñas. Los primeros exámenes siempre suelen ser los más duros por el hecho de que llevamos meses sin estudiar; pero más tedioso lo hacía el hecho de estar en último año, ya que la mente de todos está más volada rumbo a la universidad y al futuro que al presente. Excepto la mía, que seguía sin saber lo que quería, y tampoco tenía ganas de pensarlo porque quería evitar entrar en crisis infinitas.

La universidad esperaría unos días más.

—Can, ¿Puedes dejar esas hojas? Me hace sentir mal no seguir repasando.

—Serán solo unos minutos, lo siento.— Cansu se disculpa un poco apenada.

—Está bien, no te preocupes. Iré a tomar aire, mejor te dejo repasar sin interrupciones.

Abandono el salón para ir a las gradas donde sorprendentemente encontré a Mirko. Lo observé a lo lejos, hasta que se percató de mi presencia y no tuve otra opción que acercarme a él y sentarme a su lado. 

El hecho de saber que estaba muerto de amor por Charlotte me sorprendía, siendo que siempre discutían. Pero bueno, como la frase cliché dice: "del amor al odio hay solo un paso, confundir ambos sentimientos suele ser común".

—Hola, no hables de los exámenes, por favor.—pronuncio antes de sentarme.

—Vine aquí exactamente para escapar de eso, Reina.—suelta mientras se estira y mira al cielo.

—¿Solamente de eso?—digo sarcástica. —¿Qué quieres saber de la pijamada? Tengo cara de idiota pero no lo soy.— no podía meterme en los asuntos de Cansu, pero estaba molesta porque Cansu no era para nada disimulada con sus sentimientos, y él seguro sabía que estaba enamorada de él, y aún así le pidió ayuda con Charlotte. Era un descarado.

—¿Metí la pata, verdad?—baja el tono de su voz.

—Hasta el fondo.

—¿Ya lo sabes?

—Que te gusta Charlotte o que lastimaste a Cansu.—lo miro fulminándolo mientras me levanto molesta.

—¡¡Espera!!—toma de mi brazo para detenerme.

—¿Qué más quieres, Mirko? Lo arruinaste.— por primera vez lo veo indefenso, suelta de mi agarre y baja su cabeza.

—No quise herir a Cansu, solo me negaba a creer que me quería. Nunca me imaginé que era su chico ideal.—hace comillas con los dedos ante las últimas palabras pronunciadas. —En serio lo siento por ella, no era mi intención herirla. Conozco a Can desde hace mucho tiempo, ignoraba sus sentimientos porque no quería arruinar nuestra amistad. Y pensé que pedirle ayuda con Charlotte sería buena idea. Creí que así dejaría en claro mis sentimientos, y que solo quería una buena amistad con ella, y que así se olvidaría de mi, y que tal vez le dolería menos.— sus palabras son profundas y parecen sinceras. Mucho más cuando los ojos de Mirko se cristalizan, y me siento mal por haberlo tratado cruelmente. Me siento a su lado y palmeo su espalda.

—Cansu es demasiado buena, no te odiará, y pronto hablarán normalmente y volverán a ser amigos. De eso mucho no tienes que preocuparte.—suelto firmemente mientras clavo mis ojos en los suyos en un intento de intimidarlo. —Respecto a Charlotte, deja de intentar agradarle por indirectas. Mejor intenta invítala a salir, sin rodeos, sino nunca lograrás nada, y deja de ser cruel con ella. 

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