Maldeciría a Austin por fijar la fecha del acto de egreso al lado de la del baile. Las ojeras son evidentes, aunque hayan sido cubiertas por miles de capas de maquillaje. Las copas de más hicieron que la resaca me torture, el dolor de cabeza es insoportable. Pero los buenos recuerdos seguían siendo repetidos en mi cabeza, como el dolor por mi cuerpo de la noche entre Alex y yo.
A mi derecha está Antoire y a mi izquierda Mirko. Mi novio, sí, mi novio está subiendo al escenario para dar el discurso final. Había estado ansioso por leerlo, pero el cretino ni siquiera a mi me había dejado hojear sus palabras, quería que fuera todo sorpresa; lo único que me dijo fue: "no es un discurso que le vaya agradar a la mayoría, pero es real." Y sonaba tan Alex que no importara que dijera, me iba a gustar.
El discurso final siempre es romantizado, casi todo el mundo le da gran relevancia. Para mi era un discurso más, pero como lo escribió Alex la situación cambia, era más que especial.
Alex entra al escenario y toma el micrófono, se lo veía bastante relajado, aunque nunca lo vi interactuar ante el público me había sorprendido.
—Buenos días, autoridades y compañeros que veré y que no volveré a ver jamás en mi vida. Llegó el día que todos anhelábamos, no tener gimnasia nunca más, y mucho menos física y matemática.— las risas son sigilosas pero la cara de desagrado de los profesores no. —Pero también llegó el momento donde estamos más perdidos que nunca, el momento en el que tenemos tantos caminos que no sabemos cual tomar.— las risas se van desvaneciendo poco a poco, para tornarse en rostros serios. —Algunos tienen el camino bien marcado, o creen tenerlo. —desde mi asiento puedo sentir el suspiro de Char. —Otros quieren descubrirlo aunque no sepan por donde empezar, y algunas personas prefieren perderse en viajes y placeres de la vida antes de entrar en las reglas de cursar una carrera universitaria o trabajar. No importa que decisión tomemos, quiero que sepan que todas son válidas; y ninguna es mejor que la otra, ni mucho menos que estén mal. La vida después de la escuela es como los pájaros saliendo del nido, no saben volar y tienen que arreglárselas a la fuerza. Somos pájaros en busca de nuestra vida, y les deseo suerte; porque la vamos a necesitar, y demasiado.— hace una pause inspeccionándonos. —Quiero que sepan que este año para mi fue grandioso, fue diferente, y creo que para muchos más también. Nunca olvidemos estas experiencias, nunca. Nunca dejen que las olvide. Aunque me convierta en un adulto domesticado y aburrido, no quiero olvidarlas.— el ojiazul se separa del micrófono, y todos nos paramos a aplaudir, porque aunque haya sido un discurso corto, era uno real, uno con el que todos nos sentíamos identificados, y eso era lo más apreciado.
Volteo mi rostro y veo a Cansu llorando, Antoire le pasa unos pañuelos, este hombre era sin duda una piedra. Pero como dicen, los polos opuestos se atraen. Char se abrazaba a si misma, y Mirko abandonaba la sala sin despedirse. Estaba dolido aún, esto era demasiado para él. Alex llegó hacia nosotros y me tomó en sus brazos para abrazarnos.
Jamás pensé que el año pasaría tan rápido, mucho menos que conocería a personas increíbles que se quedarían en mi corazón. Tampoco me imaginé estando en pareja. Muchas cosas pasaron inesperadamente, y para bien.
El año que había comenzado para la mierda se había transformado en uno genial. Después de la lluvia siempre sale el arcoiris. Alex era mi acoriris, mis amigos eran mi arcoiris, Ezra era mi arcoiris; aún así se fuera, lo quería; también mi futura carrera universitaria era mi futuro arcoiris.
El secreto de la felicidad en la vida, es mirar las cosas buenas antes que las malas, y las buenas celebrarlas como si fueran enormes. Así se concibe la felicidad.
—Beth, te amo.
—Yo también te amo.— y lo sellamos con un beso.
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Capítulo corto pero necesario;).
Espero que les guste<3, quedan solo 2 capítulos para que esta historia tenga su fin. Me llena de emoción, incertidumbre y un poco de nostalgia. Pero orgullo también.
Los quiero<3
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Reiniciando
Teen FictionBeth Dumont, una adolescente de diecisiete años es atacada cruelmente por la vida. Tras el fallecimiento de su madre debe mudarse de ciudad para vivir con su único pariente vivo, su tío, un hombre muy ocupado y bastante ausente, pero simpático. Ent...