Comienzo a contarle lo que había planificado ayer, aún sin sacar los papeles que había traído para mostrarle. Al primero que menciono es a Alonzo, y él no parece sorprendido, solo asiente. Llega un momento donde nos quedamos callados, él parece analizar todo lo que le digo, hasta que finalmente, habla.
—¿Quién te ayudó para saber que Alonzo no te mandó la información completa que le pediste? —De tonto ni un pelo. Esa información decidí omitirla, pero bueno, ahí va.
—Desde que hablé con él sentí que algo me ocultaba, así que le mandé a investigar eso. Nadie mejor que él conoce cada movimiento o por lo menos, no debe pasar desapercibida. —Asiente, estando de acuerdo y prosigo—. Mi amigo Luciano. —Ante la mención del nombre, su rostro se oscurece—, siempre fue bueno en esos temas y le pedí ayuda. —Vi sus ganas de refutar lo que ya sé y no se lo permito—. No me digas lo que ya sé, Luciano es de toda mi confianza. —Alza la ceja—. Somos amigos hace muchos años.
—Es peligroso involucrar a más personas que no están implicadas directamente en el caso. —Asiento.
—No tuve otra opción. Decidí no ir con la fiscal porque entonces un equipo de expertos se metería en la empresa y estoy evitando poner sobre aviso al culpable.
—En eso tienes razón. ¿Crees que haya sido algún trabajador de la empresa?
—Sí, de eso no me cabe la menor duda. Culparon a Anna porque es el eslabón más débil. Anna tiene demasiada inocencia y fue descuidada en algunas cosas —admito—. Háblame ahora de qué tienes tú.
—Yo al igual que tú tengo al informático en la mira. Nadie mejor que él que tiene acceso a toda la red de la empresa podría hacer algo como eso de forma tan limpia. Sin embargo, Vitale está en la jugada también —explica—. Las cámaras de seguridad muestran a Vitale yendo varias veces a ver a Alonzo, pero más allá de eso, no tengo nada.
—Parece que la abogada sin experiencia está haciendo un mejor trabajo que usted, señor Lefevre —me burlo y el asoma esa sonrisa matadora que me pone a suspirar.
—Bueno, ¿por dónde comenzamos? Ya que sabemos hasta dónde hemos llegado—. Es importante encontrar pistas de Lorenzo Ferri —dice. Es verdad, ese sería un buen punto para comenzar.
—Olvidé mencionar que el dinero de esa cuenta que él creó a nombre de Annalisa, ya fue desviado a otro lado —informo.
—¿Cómo sabes que la cuenta la creó él?
—Porque el dinero fue desviado a una cuenta a Alemania y la cuenta está a nombre de Lorenzo Ferri.
—¿Cómo obtuviste ese tipo de información, Antonella? —Aquí vamos—. ¿Tu amigo?
—Eso pensé, pero Luciano cometió una imprudencia. —Toda su atención está en mí—. Pidió ayuda a un extraño. —Martín niega, sé lo que está pensando—. Solo quiso ayudarme —lo justifico sin necesidad...
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Defendiendo la Verdad
ChickLitDos abogados un matrimonio roto Una empresa envuelta en un desfalco donde no se sabe quien es el culpable. En esta historia te aseguro mucha intriga entre el caso y descubrir quien es el verdadero culpable. Dame la oportunidad y no te arrepentirás.