Capítulo 32: Decepción y tristeza... 🧑‍⚖

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente.

El aire que se respira en el lugar es completamente pesado. Las miradas de todos los presentes van de un lado a otro, con sentimientos que tienen mucha relación, pero el principal de ellos es la traición, la desconfianza; la decepción de saber que realmente nunca llegaron a conocer a la otra persona de la forma que creían conocer.

Las decepciones habían acompañado a Annalisa durante gran parte de su vida. Desde pequeña tuvo que valerse por sí misma para sobrevivir. Para su familia ella fue un gran error del que nunca pudieron deshacerse hasta que por su propia cuenta, los libró de ella al acabar la preparatoria.

Se marchó a la universidad creyendo que la vida había deparado algo bueno en ese nuevo camino, pero se equivocó. Tuvo muchas caídas de las cuales cada raspón, aunque no se vean en su piel, son un recuerdo de lo que sufrió.

Su vida dio un giro de 180 grados cuando llegó como socio del lugar donde solo se la pasaba repartiendo carpetas en las reuniones. Aquella empresa era un sueño hecho realidad tanto como su pasantía, que no resultó ser lo que ella esperaba, sin embargo, allí se quedó. La inteligencia y presencia del nuevo hombre la tenían completamente subyugada.

Fue todo muy difícil al comienzo. Con el pasado de ambos era difícil para los dos abrirse y tras un tiempo, decidió hacerlo, pensando una vez más en que él sería diferente. En cierta forma lo fue, pero nunca logró espantar sus fantasmas del pasado, impidiéndole escuchar aquello que no le permitía ser feliz al cien por cien.

Por otro lado, A Donato el dolor en la mirada de su esposa lo hizo sentir el ser más miserable del mundo. Qué tarde se dio cuenta lo que tenía entre sus manos solo para él y dejó escapar como si no fuera importante en su vida. Hasta ahora es que entiende que su mundo giraba alrededor de su esposa.

Todos sus errores fueron injustificados, guiados por un pasado que se negaba a dejar atrás, aun cuando el futuro estaba ante sus ojos como aquello que siempre había esperado, pero que le daba miedo a encontrar. Ese rayo de luz que llegó cuando menos lo buscaba, cuando lo único que deseaba era perderse en su soledad, ahí llegó. Arrasando con todos sus sentimientos y tomándolos entre sus manos sin saberlo, impidiéndole saber que entre las manos de su esposa era donde único querría estar por siempre.

Verla luciendo hermosa con ese vestido azul claro que tanto le gusta. Su vientre de tres meses apenas comienza a notarse, pero pudo recordar las veces en que le quitó ese vestido para demostrarle lo que no podía decirle con palabras, aun sabiendo cuánto ansiaba escucharlo. Tenía la certeza de ello porque cuando se lo dijo, una sensación de felicidad inundó su cuerpo por completo. Una plenitud de haber encontrado el lugar al que pertenece. Está seguro que su esposa jamás se cansará de reprocharle todos los errores que ha cometido con ella.

Una vez más, Martín observa esos destellos de dudas en su mirada. Sabe que hizo todo mal, pero estaba en medio. No había un punto en el que los problemas no se presentarán, por eso decidió callar y al parecer, fue la peor decisión que pudo haber tomado el hombre. Si algo había aprendido es que la mentira tiene patas cortas y todo más temprano que tarde se termina sabiendo. Donato no pensó en esas consecuencias cuando decidió ponerlo por encima de todo lo demás que es importante para él.

El silencio era tan alarmante que nadie quería decir nada. Una mirada consternada pesaba sobre las nucas del resto de las personas de aquella sala. Donato Imaginó un panorama diferente cuando encontró aquel hilo del que tirar, sin embargo, el hilo lo que hizo fue enrollarse en el cuello del sospechoso como tal cuerda en un acto de decapitación. No había nada qué hacer para remediar la situación, solo pedir una disculpa con la mirada y la suya, le respondió con un "da lo mismo". Al final todo se termina sabiendo.

Antonella sin embargo, no sabía qué es peor, que sea inocente, culpable o que la razón de todo sea la que es. Por su cabeza pasaron muchas teorías locas, pero tal parece ser que ella no acertó con ninguna. Se cuestiona hasta el estar sorprendida. Con todo lo que Donato ha hecho, no es tan difícil de creer en que lo que dijo, sea cierto.

Observa a Annalisa de la misma forma que la ha visto desde que se conocieron. La tristeza es lo único que su rostro refleja. Sabe que Annalisa es fuerte, lo está haciendo, pero actos como estos la desploman un poco más. Antonella solo desea que Annalisa no se hunda después de que ha logrado seguir flotando.

A su lado se encuentra su mayor tormento, Martin. Aquel que ha arrasado en su vida como una tormenta con todo a su paso, pero a pesar de ello, sigue de pie y Martin lo sabe. Martín ha llegado a conocer lo que puede suceder entre ellos, y por eso la incertidumbre y el miedo están mezclados en sus ojos.

Antonella siente que no puedo transmitirle nada que no sea lo que está viendo, que es la razón de que ahora todo esté patas arriba cuando hace tres días, comenzaron un viaje el cual, ninguno de los dos quería terminar, sin embargo, la vida les tenía otros planes que ahora ninguno sabía cómo enfrentar.

¿Qué pasará ahora con estas parejas? Ni ellos mismos estaban claros del porvenir.

¿Qué pasará ahora con estas parejas? Ni ellos mismos estaban claros del porvenir

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