A raíz de la denuncia todo ha dado inicio. No sé para qué fecha programarán el juicio, lo que sé es que ya la policía ha ido a la empresa a buscar las informaciones que necesitan para hacérnosla llegar, aunque yo puedo realizar mis propias investigaciones a partir de lo que ellos me den.
Tras salir del juzgado, Annalisa insistió mucho en el tema del divorcio. La rabia y el rencor hablaban por ella, pero, sobre todo, la decepción. Me dijo las condiciones del divorcio, espero que Milano no ponga trabas, pues Annalisa no está ni siquiera exigiendo lo que por derecho le corresponde para evitar alargar más el proceso, por mucho que lo intenté, no pude persuadirla de lo contrario.
Para las investigaciones de la empresa necesitaría a un experto en informática, quizá pueda ser el mismo que trabaja en la empresa y así me ahorraría trabajo. Espero poder hallar mañana, con los informes del fiscal, algo para empezar a armar la defensa.
A la mañana siguiente, la fiscal me recibe amablemente y cuando me presento, me entrega los documentos que han recopilado en la semana que ha transcurrido desde la vista del juez cuando Anna fue apresada.
Llego nuevamente a la fachada de la empresa para buscar algo más que la policía no pidió y por tanto, la fiscal no me entregó. En la entrada, observo algo diferente a la vez que vine. Hay dos gorilas en la puerta, vamos, como de películas, con trajes negros, gafas oscuras y una postura que parecen militares de lo tiesos que están, no se mueven. Al intentar entrar me bloquean el paso, los miro e intento pasar por su costado, pero me detienen.
—Señorita, usted no tiene acceso a la empresa —dice uno de ellos. Ruedo los ojos.
—Soy la abogada de Annalisa Ferri de Milano, una de las accionistas de la empresa; por tanto y demás, tengo todo el derecho del mundo a entrar para las investigaciones que se están realizando —explico sin tener necesidad de hacerlo.
—He sido informado que no puedo permitirle el paso. La persona a cargo del caso ya se está encargando y usted no es más que una usurpadora. —Definitivamente este imbécil está jugando conmigo, vamos a ver quien juega mejor.
Llego a los tribunales donde se está llevando a cabo el caso y solicito una rápida audiencia con la fiscal a cargo del caso. Ella muy amablemente me recibe en la oficina de forma inmediata.
—¿En qué puedo ayudarla, abogada? —pregunta directa.
—Se me ha negado el acceso a la empresa donde debo acceder a documentos de mi representada. Me han llamado usurpadora, alegando que no soy la abogada de Annalisa Ferri de Milano. Le solicito un poder que me permita entrar en la empresa para realizar las búsquedas que considere pertinentes a partir de los documentos que usted me ha facilitado —explico mientras ella me observa en silencio.
—Eso es muy raro, usted misma se presentó en la empresa y el mismo dueño, actual esposo de la acusada, tiene conocimiento que usted es su abogada, pero, aun así, le concederé el poder que me pide, deme unos minutos.
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Defendiendo la Verdad
ChickLitDos abogados un matrimonio roto Una empresa envuelta en un desfalco donde no se sabe quien es el culpable. En esta historia te aseguro mucha intriga entre el caso y descubrir quien es el verdadero culpable. Dame la oportunidad y no te arrepentirás.