Absurda.

Yo.

Soy de mirada distraída y mente ruidosa. De esas que nunca se callan, pero que temen hablar de ciertos temas. De las que casi no sonríen, pero que están ahí para todos.

Soy de esas tontas que es fiel al amor y la amistad.
Soy de las que lee mucho, piensa mucho, dice mucho, expresa poco.
Soy de las que toma café.
Soy de las que pelea por la gente.
Soy de las que explota fácilmente.

Yo soy una caminante.
No puedo estar quieta.
¿Qué sentido tiene permanecer en un sólo lugar?
Los lugares son incómodos, traen demasiados recuerdos y personas.

Yo soy apática, porque no me gusta conocer gente nueva. Soy de las que le cuesta hacer amigos, y por eso todos piensan que me caen mal.

Me han tomado por alegre, depresiva, callada, habladora, pero nunca atinan a definirme tal cual soy.

Yo soy una persona gris. Pero no es gris claro, ni oscuro. De hecho, tiene matices, en los que me muevo respecto a mi situación. A veces soy sonriente y a veces soy gruñona. Y creo que eso me hace más gris que nada.

Yo soy una persona carente de decisión. Necesito que otros me ayuden a escoger. Algo tan simple como comprar ropa es algo frustrante para mí.

Yo soy un intento de escritora, pero eso evito decírselo a la gente. Ellos eventualmente notan que me gusta escribir, porque soy una persona que raya cuadernos en un pobre intento de plasmar mis pensamientos.

Ah, yo soy una revolucionaria. Soy de esas que tienen una opinión para todo, pero también tengo argumentos para todo. Soy de las que dice cosas que otros callan, de las que pronuncian palabras que incomodan, porque yo soy descubridora de mentiras, de esas que hacen que la gente se enfrente con sus miedos.

Yo soy una persona observadora. Noto los detalles, porque soy calculadora, y nunca sé cuándo puedo utilizarlos, pero sé que son útiles. Pero también observo cosas buenas, porque me gusta sorprender. Yo soy una persona detallista, algunos dirán que en exceso, porque me gusta regalar sin motivo, porque me gusta hacer cosas por los que quiero.

Yo soy una persona perezosa, porque nunca quiero hacer nada, porque estudiar se me antoja cansón.
Yo soy una procrastinadora, porque todo lo aplazo, todo lo pospongo.

Yo soy una compradora compulsiva, quizá intento llenar mis vacíos con ropa y libros. Quizá estoy tan loca que en serio padezco de tal trastorno. Quizá es sólo una etapa.

Porque soy una persona de etapas, de fases, de momentos, de temas. Hoy te quiero y mañana no, hoy escucho metal y mañana pop, hoy tomo café y mañana chocolate.

Yo soy una persona voluble, impredecible, muchos no saben qué esperar de mí o cómo reaccionaré frente a las situaciones. Y es que soy una persona hiriente cuando quiero, y otras veces sin querer, porque conozco a las personas y sé qué cosas les duelen más.

Yo soy una mala persona, y eso me hace humana y me hace sentirme menos sucia.
Ah, soy sucia, pecadora, y un montón de adjetivos que me distinguen entre fanáticos. ¿Rebelde? Quizá, pero con causa.
Soy una persona de argumentos, de justificaciones, de explicaciones y detalles. Las cosas no son porque sí para mí, pasan por algo.

Yo soy curiosa, siempre quiero saber qué, cuándo, dónde, cómo y por qué.

Yo soy habladora, porque probablemente esto no les importe, pero también soy una persona muy sola, cuyo único recurso para sacar lo que tiene adentro son las palabras.