Absurda.

Overthinking.

Cuando no puedo dormir por las noches me pongo a pensar. Y cuando pienso pasan muchas cosas. A veces puede tener un final feliz, resuelvo dudas y puedo descansar.
Pero otras veces mi mente nada, corre, vuela, y me lleva a lugares donde no quiero ir; me arrastra al pasado, me desilusiona con el futuro, me enfrenta al presente.

Mi mente es cruel, con sus hilos de remordimientos que atan mi cordura. ¿Cómo se supone que supere algo si ella lo recuerda todo el tiempo?
¿Cómo puedo encontrar paz si no puedo dejar de pensar?

Pensar, pensar, pensar.
Sobrecargarse, saturarse, ahogarse...

¿Qué tengo que hacer para sacar todo esto de mi mente? ¿Qué tengo que hacer para olvidar lo malo, lo feo, lo injusto?

Mis errores, mis pecados, mis desilusiones, todo eso viene a mi y me aplasta, es como un ancla y me clava profundo en el mar, y ahí estoy, llorando, intentando no sollozar para que no me escuchen, tratando de calmarme (ES. TÚ. PI. DA), rogando que se calle mi cabeza, que deje de palpitar.

Siento que voy a vomitar, me duele el pecho, me duele la cabeza. Me siento enferma. Estoy contagiada de mis pensamientos. Estoy infectada de mis acciones. Y lo pago caro por las noches.

Necesito hacer algo, así que escribo, leo, mando mensajes de los que me arrepiento después, hasta que logro dormir, "descansar", para despertar con grandes ojeras, cansada física y mentalmente. Necesito ocuparme, necesito hacer algo para no darle tiempo a mi cabeza de pensar, que ella no pueda desenvolverse a su antojo, debo amarrarla en el sótano y dejarla ahí.

Es incoherente, "tan sólo es una mala noche", y también es "sólo una etapa".

Cerrar los ojos es agotador, hablar es contraproducente, sólo quiero dormir, irme a otra tierra. Pero no puedo, porque pienso demasiado, recuerdo demasiado, me atormento demasiado.