Absurda.

Ámame bien.

He sentido el amor más puro correr por mis venas, y también lo he visto morir.
He presenciado el final inminente, he saboreado mis lagrimas saladas cuando todo termina, he pensado que no volvería a pasar y lo he vivido otra vez.

Te vi y no supe que eras tú. No fue como en los cuentos, no fue amor instantáneo.
Te vi y la vida siguió igual, el mundo continuó girando, nada cambió.
A mi alma no se le ocurrió que sentiría tantas cosas por ti, que mi pequeño cuerpo estaría confundido por tanto tiempo...

Me arriesgué por ti, tomé la oportunidad sin saber a dónde iba, sin saber qué quería.
"A veces las mejores cosas surgen de repente."

Todo fue tan rápido contigo, quizá eso ha sido un problema, quizá debimos esperar un poco más.
Quizá no debí entregarme a ciegas, porque ahora mi ser entero te sufre, te llora, te siente.

A veces me invade una sensación triste, a veces te siento lejos y me quiero ir corriendo, a veces siento que no encajamos, a veces siento que no soy suficiente, a veces siento que esto no es lo que esperaba...

La duda me carcome, me siento mal por sentir tales cosas, pero no puedo evitar preguntarme si estoy sola viviendo el amor. Me imagino de pie, bajo un cielo gris a punto de expulsar la lluvia, mirando la soledad que me succiona y pensando en todo lo que salió mal, por mi, por ti, por los dos.

¿Estoy donde debería estar?

Quiero decirte tantas cosas, pero no puedo, no sé hablarte sin herirte, no sé exponer lo que pienso, no sé, no sé.
Quiero mirarte a los ojos y enfrentarte. Quiero poder ser tan fuerte que si quisiera pudiera destruirte. Quiero tener un escudo, aunque no lo use, pero soy débil cuando estás cerca.

Me estoy ahogando en todos estos sentimientos, me estoy ahogando, me estoy llenando de dudas, me estoy sintiendo como antes...

Quiero sentirte conmigo, sentir que te esfuerzas, que no soy solo yo aquí, pensando tantas cosas sin sentido, temiendo hacia donde lleve mi cabeza a mi corazón.

Entenderte es tan difícil, aceptarte aún más y me doy cuenta que no lo he hecho porque estoy aquí, esperando, esperando, esperando.

No debería esperar nada de ti. Sé que no debo. Sé hasta dónde llegas.
Soy egoísta, porque dejo que mi cabeza gire y te exija, aún cuando no lo digo, aún cuando no debería hacerlo...

Ámame bien. Ámame con locura, con desmesura, con pasión. Ámame por encima de lo que digan, ámame por encima de tus manías, de lo que te frena. Ámame porque quieres, ámame porque te nace hacerlo. Ámame hasta la médula. Ámame sin medidas, sin privaciones, sin tabúes.
Ámame como soy, y yo te amaré igual.
Demuéstrame que me amas. Demuéstrame que no me estoy equivocando.
Ámame hasta que te duela respirar e incluso así sigue amándome.

Ámame como te amo yo. Ámame como quien necesita, como quien no se excusa, como quien hace.

Ámame bien. Ámame mucho. Ámame porque yo te amo. Porque sí. Porque no puedes detenerlo.

Ámame porque el mundo gira, porque el sol sale. Ámame porque lo sientes, no por cortesía. Ámame completa. Ámame por partes. Ama mi sonrisa, mi cabello, lo que soy y lo que no, lo que digo y lo que pienso. Ama mis detalles, ama mis estupideces.

Así te amo yo. Así, sin más.