Me encanta organizarlo todo.
Mi madre dice que es necesidad de tener control. Mis amigas creen que es puro egocentrismo.
Yo siento que intento llenar un vacío.Desde que era pequeña me han dicho qué hacer. Ordenes que iban desde saludar a alguien, hasta pensar de cierta manera.
Me inculcaron una fe que nunca sentí mía y cuando lo dije me tacharon de atea. Me exigieron argumentos y cuando se los di me tacharon de evangélica. Cuando les dije que tampoco consideraba esa fe mía me reclamaron una fe, "tienes que creer en algo" dijeron. Y cuando les dije que creía en Dios a mi manera me tacharon de rebelde...Así que cuando algo es mío, quiero que esté ordenado, no aleatorio, sino por una razón. Me gusta hacer planes, me gusta hacer las cuentas, me gusta tener un horario, incluso me gusta organizar mi ropa, mi bolso (cada cosa dentro de él tiene un lugar), mis libros, mis peluches...
Me gusta organizar mi celular, me gusta organizar mi cabeza.
Lo poco que tengo que puedo elegir es sagrado para mí.Mi madre me pidió mi cuenta de wattpad para leer lo que escribía y se la negué, una y otra vez, porque es de los pocos espacios a los que su voz no llega, donde no puede meter la mano y cambiarlo.
Soy paranoica, hago las cosas con anticipación cuando son obligatorias y cuando nacen de mí las pospongo.
Soy extraña, o mejor peculiar. No vayan a decir que me creo especial.
No soy como el común denominador. No me gusta salir, pero me gusta tomarme fotos. No me gusta conocer gente nueva, pero amo hablar con la gente.
No hay nada para mí como el hogar. Mi familia ama visitar a otros, salir a comer, al cine, a donde sea, y yo no.
Me siento como un valor agregado cuando estoy con ellos, porque no hablan de cosas que me interesan.
De hecho, casi nadie que conozca habla de cosas que me interesen.Casi todos hablan de cosas "normales", que se supone que deben interesarme, pero no lo hacen.
Por eso me siento alejada de las personas.
Muy, muy, pocos me hacen sentir incluida. Intento charlar de aquellas cosas de "interés general", como ropa, series de televisión, noticias de farándula, pero me aburro fácilmente. De los temas y de la gente.
Me amargo muchísimo. Soy la raíz del amargue. Soy muy amargada. Y me amarga serlo.
También soy oscura, y no se ve reflejado en mi oscuro vestuario, sino en mis oscuros pensamientos y palabras.
Mamá siempre ha dicho que aunque odio la sangre tengo alma sangrienta. Así que para ella todo lo que pienso es puro sadismo y terror. Soy toda una revolucionaria.
Papá es un poco más comprensible, comparándome con los gatos, que hacen todo como ellos quieren, no se dejan mandar, son libres, ariscos, solitarios.Así que, sin tanta palabrería, soy una gata sangrienta, bloody cat.
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Absurda.
RandomCada loco con su tema. El problema es que tengo demasiados. Ilustraciones de Sara Herranz.