Absurda.

Letras enamoradas.

Quiero besar todos tus males, humedecerlos para que se vayan lejos; quiero besar tu alma hasta que esté bien otra vez.
Tomaré tus manos, tomaré tu mundo, tus demonios, los derrumbaré, todos, hasta que estés bien otra vez.
Escucharé a cada latido que tu ser profese. Esperaré a que tu mente se sienta feliz de nuevo.
Estaré aquí, contenta de verte cada día, sólo verte. Estaré más contenta de verte sonreír y ni hablar si soy la razón de esa sonrisa...
Que no hay palabras para describirte, que la mente humana no ha logrado describir lo que eres, lo que significas para mí.
Que estás roto, que piensas que no vales nada.
Que para mí vales todo.
Que te reserves las cosas, que intentes fingir que todo está bien aún cuando veo en tus ojos que algo te está matando.
Que se me arruga el corazón cuando te veo flaquear, que se me arruga más cuando me invade el sentimiento de "¿y si no me ama?"

Estaré esperándote, cuando estés listo para hacer todo aquello que espero que hagas, e incluso si no lo haces estaré esperando también a que simplemente me quieras cada día más. Un poco más.
Y si no me quieres te seguiré queriendo, incluso si te vas ahora.
Creo que te querré por un tiempo...
Que por ti he cedido tanto que a veces me siento mareada, pero que vale la pena. Tú vales la pena.
Que esto es magia, o es amor, o es locura, o quién sabe qué.
Que me sabes a lo que me sabe la alegría. Que te me pareces a lo que quiero ver cuando despierte por las mañanas.

Te miraré con añoro, como lo hago siempre aunque no lo notes. Siempre estaré mostrándote mi apoyo, acariciando tu brazo, tomando tu mano, buscando tu mirada...
Siempre querré que me mires y siempre querré que me abraces.
Que contigo me dan ganas de escribir estas estupideces y que no me arrepiento de las lágrimas que corran por mis mejillas al hacerlo.
Que me esfuerzo muchísimo, que no dejaré de hacerlo.
Que hasta mis letras están enamoradas de ti y, al igual que yo, no se pueden callar, hablando de ti todo el tiempo, mencionándote en cada conversación, recordándote con cada cosa.

Miraré tus ojos oscuros y me sentiré dichosa. Sentiré tu aliento cálido en mi oído diciéndome que me quieres, que me amas, y la vida será buena por un momento.
Notaré cada mínima cosa que hagas y te aceptaré como eres. Como me gustas. Como me encantas.
Te querré como el primer día que me di cuenta que eras algo especial. Te querré fuerte y firme y duradero.
Te amaré. Sin temer. No sé por cuanto tiempo, pero sé que con mucha intensidad.