Absurda.

Miedos.

Posiblemente a lo que más le tengo miedo es a aferrarme tanto a alguien que no pueda seguir sin esa persona. Porque todos se van al final y ser dependiente es como el cáncer; te come de a poco, te hace sentir mareada, te daña, te mata...

Le temo al rechazo. Precisamente porque las personas son volubles, no sé si les agradaré o no, no sé si lo haga esté bien o no...

Le temo a los vivos, a esos que te prometen y te engañan, a los que te decepcionan.
Me temo a mí misma, a lo que pienso, a lo que digo.

Le temo a mis sentimientos, porque a veces son muy apresurados y muchas veces no correspondidos. Me da miedo expresar demasiado, decir demasiado, amar demasiado.
No es mentira que lo he hecho, no es mentira que me ha dolido, pero me da aún más miedo cerrarme a mis sentimientos hasta que no sienta nada nunca más.

Soy destructiva, soy tóxica. Me da miedo intoxicarlos, dañarlos, destrozarlos.

Le temo a la oscuridad, porque me absorbe, me hace pensar en cosas que no quiero pensar, me hace imaginar cosas que me asustan. Encuentro paz en la luz, refugio y seguridad.

Me aterra la soledad. Me da miedo perderlo todo, por más despectiva que suene acerca de lo que tengo. Temo porque algún día seré polvo, porque seré menos que un pensamiento.
Le tengo miedo a la muerte, me cuesta aceptarla, me da pavor pensar en eso.
Considero valientes aquellos que hablan de ello con naturalidad, siendo para mí algo tan complicado, algo que me supera. Eso, cosas que me superan, cosas que están fuera de mi alcance.
Le temo a perder el control... De mi vida, de lo que siento, de lo que tengo.
Me da miedo caminar demasiado rápido, me da miedo perder lo preciado por salvar lo inútil...

Por eso me tengo miedo a mí misma, por lo tonta que puedo ser, causándome dolor sin siquiera notarlo, creyendo que quiero algo que no me hace bien, viviendo cada vez más como si nada importase.
Me da miedo que todo deje de importarme, que yo deje de importar.
Me da miedo que todo acabe, cualquier cosa, me aterran los finales, me desgarran el alma.

Me da miedo no ser suficiente, no demostrar lo que quiero y que la gente se marche, porque creen que no me interesan o no me importan.
Me da miedo mi máscara, porque cada vez es más difícil reconocer cuándo debo quitarla.

Me dan miedo las pérdidas. Me dan miedo muchas cosas. Me da miedo la traición, la culpa, los miedos...
Mis miedos son tantos que me superan, nublan mis pensamientos de pesimismo y me hacen ser diferente.

Ya es tiempo de que los enfrente, y quizá así por fin consiga un poco más de estabilidad.