Amigo invisible

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Diciembre, 2018

Miriam, no podía haberle tocado otro nombre. ¿Con qué ovarios no se esmeraba ahora? Mimi nunca había sido especialmente detallista, pero es que tenía tantas ganas de hacerle un buen regalo a la gallega... un regalo de verdad, con un significado; sin olvidar el regalazo que le había hecho ella a la vuelta de Los Ángeles.

Había pisado Barcelona esa misma mañana, y nada más alojarse en el hotel junto a sus compañeros y comer, había ido directa hasta allí. Llevaba más de tres horas dando tumbos por el centro comercial y aún no había encontrado nada que le pareciera suficiente, y además, soportando las cancioncitas navideñas y los papás noeles, niños corriendo por todos sitios... se estaba agobiando enormemente.

Iba tan en su mundo que al girar para salir de la tienda arrolló a alguien tirándole todo lo que llevaba en las manos.

-Joooder, perdón. Lo siento, much... Coño.

-Coño digo yo, que me tiraste todo -respondió la gallega risueña.

-Lo siento -se disculpó rápidamente mientras hacía el amago de ayudarla a recoger.

-¡No! No, deja, deja, que ya lo cojo yo -dijo cargando las bolsas que llevaba antes de que la granadina se metiera por ella. -Mira por donde miras, ¿no? Podrías haber hecho daño a una anciana o algo -espetó borde.

-Perdón, es qu...

-Que es broma, idiota. Ven aquí -le dijo abrazándola con fuerza con el brazo que le quedaba libre. -No te vi en el hotel después de lo del sorteo, que te iba a decir de venir juntas a pillar algo.

-Illa, estas bromas no. Me he venío a hacer unas cosas.

-Ya... tú, sola, en un centro comercial lleno de cosas de Navidad. Es para tu amigo invisible, ¿no? -le preguntó simpática. -Pues como todos -dijo señalando con la cabeza a Aitana, Ricky, Amaia, Nerea, Agoney y Raoul al ver que Mimi ni respondía.

<<A la mierda to, a ver qué hago yo ahora>>.

-Pff, pues sí, pero se me ha ido a la mierda porque me ha tocao Aitana -dijo inventando lo primero que se le había venido a la cabeza para salir del apuro.

-Qué mentirosa, Mimi -le dijo la gallega divertida con los ojos abiertos por el asombro. -Si le tocó a Mire.

-Que no coño, -respondió ofendida -que me he confundío, Amaia.

Un poco reticente, la gallega la creyó, si estaba hasta nerviosa.

-Pues es fácil, ¿eh?

-Una mierda es fácil, más complicá que follar sin...

-¡Mimi! -la regañó sin dejarla terminar. -Hay niños y todo delante, deja de hablar tan mal.

-Mandona -rodó los ojos. -Pff, a ver qué hago yo ahora.

-Nos escapamos tú y yo a pillar los nuestros y no nos ven, corre -le dijo tirando de ella hacia el pasillo contrario.

<<¡Qué oportuna es, joder!>>.

-Amaia es fácil, yo le pillaría ropa porque sé más o menos lo que le gusta.

-Hombre, con la de ropa tuya que se ha quedao ya, no me extraña.

-Tú te quedaste más.

-Pero yo tengo otros derechos -la picó sugerente.

-Gilipollas.

Y entre risas entraron a una de las tiendas que más podían ir con Amaia. Al poco tiempo, Mimi ya no veía por dónde pisaba, la gallega le había ido echando encima de todo.

KILLA / Miriam²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora