Tenemos que hablar

1.5K 79 29
                                    

Diciembre, 2018

Si bien Efrén hizo un esfuerzo sobrehumano por no reírse al ver la cara de perplejidad de su hermana, Miriam no pudo evitar que su respiración se cortara en el momento en que escuchó esas palabras.

-Nos ha pillao, Miriam. No tiene puto sentido hacerlo más evidente -añadió acercándose a la gallega. -Perdón -susurró culpable.

La mirada que le dirigió la dejó helada, daba hasta miedo. Se había quedado totalmente pálida, seguía con los ojos abiertos de par en par. Mimi no tenía ni idea de por dónde iba a salir, pero se iba haciendo a la idea de que a ella le iba tocando salir por la puerta, y quizás, y muy probablemente, hacer la maleta y volverse para Madrid con el rabo entre las piernas. Si es que quién la mandaba a decir nada, aunque estuviera claro que el gallego ya sabía, Miriam no le iba a perdonar haberlo soltado a bocajarro. Estaba segura de que, en su cabeza, Miriam habría estado planeando una escapatoria lo suficientemente creíble para que Efrén dejara de insistir, y ella había pecado de impulsividad.

-Pero respira o algo, mujer, que me estás empezando a dar mal rollo -dijo el gallego rompiendo a reír. -No pasa nada, ¿no? Tampoco es que no me lo esperase después de todo -trató de quitar hierro al asunto a ver si con esas su hermana no perdía los nervios.

-Miriam, ¿busco trenes? -preguntó con miedo. -Que seguro que sale alguno, o si no, me voy a un hotel o algo... -empezó a decir al ver que el gesto de la gallega no se suavizaba.

Resultaba evidente que Miriam estaba poniendo todos sus esfuerzos en no perder los papeles. Sin responder a ninguno de los dos, la gallega salió del cuarto dejando un portazo a su espalda.

-Mierda.

-Bueno, tú tranqui, se le pasará.

-No lo creo, me quería mandar a tomar por culo, se ha contenío por estar aquí -murmuró empezando a sentir la angustia en su pecho.

-Pero, ¿tenéis algo? -preguntó sorprendido.

-Efrén, eso ya que te lo diga tu hermana, que yo ya he metío la pata bastante.

-Bueno, tranquila, mujer. Vete preparando y eso.

-Lo que voy a preparar es la maleta.

-¡Qué va! No hagas eso, conozco a mi hermana. Estará en pleno ataque de nervios, pero se le pasa, enserio.

-Pfff, no sé yo -resopló agobiada.

-Que sí, hazme caso.

-Me voy a duchá -se despidió resignada. -Pulpiño, eres un encanto, ¿eh? -le dijo cuando ya salía por la puerta.

-Y tú otro, cuñadita -respondió con sorna.

...

Mimi llevaba cerca de una hora sentada en la cama de Efrén. En cuanto había terminado de prepararse, Inés, que acababa de llegar, se había acercado a saludarla y acabó convenciéndola para ir al cuarto del gallego a charlar. Sobraba decir, que no fue hasta entonces que escucharon la puerta del cuarto de Miriam abrirse.

Sin saber cómo ni porqué, terminaron hablando sobre cuál era el mejor sitio de España para vivir, a lo que Mimi y Efrén entraron en guerra defendiendo sus respectivas tierras natales mientras Inés disfrutaba del pique entre ambos.

-Que no me convences, Mimi.

-No si no me hace falta. Illo, ¿tú sabes quiénes son los reyes del sexo? -preguntó con suficiencia recostándose sobre sus codos. -Nosotros -le guiñó desatando las carcajadas de los otros dos por su salida.

KILLA / Miriam²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora