Buenos días

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Diciembre, 2018

-Mmmm -gruñó divertida incapaz de mantener los ojos cerrados más tiempo. -Jo, que tengo sueño, Mimi.

Y normalmente era al revés, Miriam la que tenía que levantar a Mimi y obligarla a abandonar el modo morsa. Pero Mimi no había podido pegar ojo por los nervios que le generaba aquel viaje. Para Miriam sería como llevar a una amiga más, pero para ella... ella sentía que iba a conocer a sus suegros. Porque ya conocía a la familia de la gallega, sí, pero en ese momento no tenían la misma relación que ahora. ¿Con qué cara miraba a los padres? Si es que se le notaba a leguas que la volvía loca.

<<Seguro que les caigo mal>>.

-Buenos días, dormilona -bromeó la mayor sin dejar de repartir besos por la cara y el cuello de la gallega.

-Buenos días. Te vienes a casa, ¿no? -preguntó la menor mirando las dos maletas, mientras se incorporaba para quedar sentada junto a una granadina más que lista para salir.

-Sí, ¿a qué hora salimos? -preguntó ilusionada.

-Pues ahora, no muy tarde que no quiero que se nos haga de noche.

-Vale, reina, yo ya estoy -dijo señalándose. -Así que, cuando tú quieras.

-Mimita -susurró escondiéndose en el hueco de su cuello mientras la abrazaba con fuerza. -¿Olvidamos lo de ayer? No me gusta estar enfadada contigo.

-Si porfa, odio discutir -dijo dejándole un beso en los labios que la gallega correspondió gustosa. -Es que me caliento y uf...

-Ya, yo también soy así, no pasa nada, -dijo la gallega levantándose de la cama- la de veces que te hice yo eso... Por mí, lo olvidamos y listo, solo quiero aclarar que el hecho de que yo sepa que antes de mí tenías una vida sexual ajetreada, no quiere decir que piense...

-Lo sé, -la interrumpió enseguida -lo sé, mi vida, es que me calenté y ya me vale to pa discutir.

-Yo tampoco estuve bien, fue absurda, además. Tuve poco tacto -añadió sincera.

-Sí. Pero es normal con toda la emoción del concierto y to lo de después... -trató de levantarle el ánimo al ver la carita que se le había quedado a la gallega.

-Ya verás que bien lo pasamos en mi casa -sentenció yendo al baño para ducharse.

Y viendo cómo se desnudaba Miriam para entrar a la ducha, a la granadina se le vino una pregunta a la cabeza a la misma velocidad que se desnudaba para seguir los pasos de la gallega. Miriam, soltó una risotada al verla entrar dirigente directa hacia ella.

-¿Pero tú no estabas ya preparada? -preguntó socarrona.

-Coño,illa, prepará sí, pero no gilipollas -dijo para, acto seguido, recorrerla entera con la mirada relamiéndose el labio. -Qué buena estás, jodía.

-Y tú qué salida, chica. Las manos quitecitas -le dijo al sentir las caricias de la mayor dirigiéndose a su punto débil.

-¿Por qué? -preguntó remolona lanzándose a besarle el cuello con parsimonia. -Eh, de la boca no has dicho na, así que no me riñas -saltó sin dejar hablar a la gallega que esbozó una sonrisa traviesa al verse descubierta.

-Joder, Mimi, no me líes que vamos a llegar muy tarde -dijo dejándose hacer.

-Solo para aclarar, allí arriba nada de esto, ¿no? -preguntó separándose.

-No, -espetó tajante para suavizar al acto- mejor no, ¿vale?

-Vale, amigas normales y ya.

-Síp -afirmó besándola con cariño.

KILLA / Miriam²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora