El café

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2023

Miriam no contaba con pasar más de tres horas entre tornillos, arandelas y silicona... como no contaba con no terminar a tiempo y tener el cuarto hecho un desastre a falta de media hora para que llegara la hora del temido café. Ofuscada por tener que dejar las cosas esparcidas por la habitación, se encaminó a la ducha bufando contra su falta de previsión.

Veinticinco minutos después, la gallega salía perfumada y con los rizos desordenados en busca del recorrido más corto para llegar a la cafetería a una hora decente. ¿Sabes eso de que mientras más prisa tienes más rápido corre el tiempo y más trampas te pone? Pues en su recorrido, la gallega se encontró con tres calles en obra, una anciana que había dejado caer al tropezar su carro de la compra y muchos niños correteando de un sitio a otro con sus patinetes... Pasados 15 minutos de la hora establecida, Miriam decidió que no quería volver a rizar el rizo de las malinterpretaciones y llamó a la granadina para que la esperara, no le quedaban más de 6 minutos.

Mimi recibió la llamada con alivio, solo le faltaba quedarse plantada, una vez más. Para hacer la espera más amena, se permitió pedir lo de siempre para ambas y cotillear el Instagram de su exnovia, no era plan quedar y no tener tema de calentamiento... aunque, ¿a quién quería engañar? No podía fingir que no sabía de su vida, porque miraba cada rato cómo le estaban yendo las cosas, al menos las que colgaba a redes. Ensimismada estaba cuando sintió ese aroma inconfundible del perfume de la gallega y su propia piel, podía parecer una tontería, pero no conocía a nadie que oliese mejor que ella.

-Hola -saludó fatigada.

-Hola -respondió poniéndose de pie. Se quedaron así unos segundos incómodos sin saber si darse o no dos beses, un abrazo... ¿Cuál era el protocolo ahora que estaban solas? -Vienes toa roja, madre mía -añadió torpe.

La gallega la barrió con la mirada buscando algo que responder para destensar, pero como solo se le ocurría decirle que estaba muy guapa, se limitó a asentir con la cabeza y señalar la mesa.

-He pedío ya porque como tardan tanto...

-Pues sí, porque podríamos estar aquí hasta mañana -dijo mirando a su alrededor. -Cuánta gente...

La cafetería estaba abarrotada de gente que tenía un receso en el trabajo, encuentros semanales de amigos, jóvenes que quedaban a merendar... Lo que se dice un ambiente muy poco tranquilo para la charla que tenían entre manos.

-Si quieres merendamos de tranquis, y luego ya podemos ir a otro sitio pa charlar bien.

-Pues casi que mejor- accedió.

-Te queda muy bien el pelo así -dijo una Mimi que no tenía tanto reparo para decir lo que pensaba en todo momento a pesar de la incomodidad.

-Jobá, pues debes ser la única que lo piensa porque madre mía cuánto nostálgico hay suelto. Muchas gracias -sonrió agradecida, porque podía callarse todo, pero no la sonrisa que le salía ante un piropo de ella, a pesar de todo.

-En verdad es que te queda to de puta madre, así que, siempre vas a estar guapa porque lo eres, y mucho.

-Bueno, ya, ¿no? -paró avergonzada una Miriam que hacía mucho no escuchaba algo así con esa connotación que da saber que ahí pasaba algo más, algo que no era amistad, ni cariño, ni admiración. -¿Cómo has estado?

-Si te respondo a eso, tengo que empezar un tema que hemos dicho que íbamos a dejar para luego.

La frase de la granadina fue el detonante no escrito para que se pusieran al día sobre sus proyectos profesionales y la situación de las respectivas familias, todo ello sin entrar en tantos detalles como habrían hecho tiempo atrás, distinguiéndose como meras conocidas o alguien que fue importante pero ya no, se marcaron una distancia la una a la otra, una barrera que no podían franquear, que no se dejaban traspasar. Una cosa era querer aclarar las cosas y adaptar una cordialidad y otra querer a la otra en su vida nuevamente. Miriam no podía permitirse caer de nuevo en las redes de la granadina, y Mimi no quería verse enamorada otra vez de una persona a la que no le importó lo suficiente como para escucharla y no dejarla ir, porque en su situación, hasta la hubiera perdonado. Pero el orgullo de la del norte no cedía ni a lo que pensó que era amor y ahora no tenía tan claro, se había deshecho de todo tan fácil... que la culpa se había transformado en resquemor. Resquemor que ahora era pena por lo que podía haber sido en Miriam.

Metidas en sus tribulaciones habían merendado, pagado cada una su parte de la cuenta y se habían marchado rumbo a no sabían donde sin mediar palabra, con la mirada al frente una, y al suelo otra, una ensayando una conversación muchas veces repetida en su cabeza, otra no sabiendo si había tomado la decisión correcta.

-¿Vamos a mi casa? -propuso la granadina en un tono demasiado tosco.

-A la mía mejor, que está ya más cerca -repuso la gallega consciente del cambio en el humor de la mayor.

<<No, si encima se pondrá de mala hostia>> pensó la gallega arrepintiéndose ya de lo que estaba por venir.

No se imaginaron nunca ambas que ese intento por arreglar las cosas las llevaría a una vorágine de desenfreno, rencores, rabia, celos y una pasión que parecía apagada pero estaba tan encendida que estaba por llevarlas a un abismo del que iba a resultar prácticamente imposible salvarse. No tenían idea de hasta qué punto se iban a romper en los próximos meses, y de cuánto se iban a odiar por ello, más de lo que ya lo hacían.


Hola!! Otra vez MUY tarde.

Bloqueo escritor entre cuestiones personales... Pero no puedo dejar esto sin terminar, me lo debo y os lo debo.

Os agradezco de corazón cada voto, lectura y comentario, lo digo siempre pero a veces un mero COMENTARIO da pie a ponerte delante del ordenador y teclear un rato, y a veces ese rato se hace eterno y salen muchas páginas. 

Os animo a contarme qué os está pareciendo la nueva trama, qué esperáis o qué queréis ver, no se si estamos ante la última trama de estas dos, nos dan tan poco contenido que lo concebido para montar una realidad ficticia se ha convertido en una ficción a ciegas que me está llevando a cosas nuevas y, quién sabe, si dar pie a una novela distinta... Estoy en ello.

Vuelvo siempre, ya no os digo pronto ni tarde, pero vuelvo.

Os leo.

KILLA / Miriam²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora