KILLA / Miriam²

Tirar y aflojar

Diciembre, 2018

-Corté el rollo, ¿no? -preguntó con miedo girándose para mirarla.

Miriam se había quedado paralizada desde que había escuchado esas dos palabras salir de la boca de la granadina, con la mirada perdida en el techo y mordiendo uno de sus dedos con nerviosismo.

-No, -respondió al cabo de lo que parecieron horas para la granadina- es que no sé qué responder a eso, Mimi.

-No lo he dicho pa que respondas, ya sé que no es recíproco, solo me ha salío -se justificó.

-Es que no sé qué siento... -insistió.

No quería que la granadina diera siempre por hecho que ella no sentía nada, porque no era así. Pero, cómo podía explicarle que no sabía qué era lo que sentía porque nunca lo había sentido antes con nadie. Ni siquiera con Pablo había sentido eso, era todo tan nuevo que estaba perdida.

-Vale, no pasa na, no te ralles, ¿vale? -probó suerte Mimi que solo quería que aquello no amargara la noche.

-Vale, perdón.

-No, reina, to a su tiempo -le dijo acariciándola más tranquila al ver que no salía huyendo.

-Gracias por entenderlo.

-A ti por no salir corriendo cuando lo he dicho -bromeó.

Sin embargo, logró el efecto contrario pues la gallega la miró dolida antes de espetar:

-No te haría nunca eso.

-Es bueno saberlo -ironizó.

Y Mimi no tenía intención de reprochar nada, solo le había salido por impulso, en el momento más inoportuno...

-Mimi, es que me duele mucho que tengas esa sensación de mí.

-No, reina, que yo no creo na malo de ti -le aseguró besándole la mejilla con mimo.

-Sí, porque me ves capaz de hacer algo así sabiendo que te haría daño, y yo jamás te haría daño queriendo -la miró con sinceridad.

-Si tú eres más buena que el pan, Miri, yo lo sé.

-No lo soy, pero, aun así, creo que no soy una víb... -dijo visiblemente emocionada.

-No lo eres directamente, no digas eso, anda -la interrumpió antes de que entrara en bucle. Claro que no era nada malo, si no había un ser más puro y generoso que ella.

-Es que siento que te da miedo que sea cruel contigo, yo siempre intento decir las cosas con cuidado, al menos contigo -se giró para quedar de cara a la mayor. -Siempre te dije lo que había, no puedes decir que te engañé.

-Lo sé, reina, y no lo hago.

-Yo lo siento así, es como si esperaras algo de mí que no va a llegar... -dejó caer.

-Eso no lo sabemos, tampoco creí nunca estar así contigo y míranos...

-Eso sí lo sabemos, te lo fije un millón de veces ya, esto es distinto.

-También me dices que esto es sexo sin más -dijo señalándolas-y hoy me has demostrado algo mu distinto, por no hablar de cómo te pones si te hablo de estar con más gente...

-Porque me hace sentir como una mierda, como si no fuera suficiente -espetó comenzando a enfadarse.

¿Por qué siempre tenía que sacar ese tema? ¿Por qué? Si la quería, qué necesidad había de estar con más personas... la gallega no conseguía entender eso... la gallega ya no entendía nada.