Aquí [Harry Styles]

Díez

"Cama"

Cobré sentido abriendo y cerrando los ojos repetidamente, acostumbrandome a la luz del sol.  Una presión se hizo presente alrededor de mi cintura, no tardé ni siquiera cinco segundos en darme cuenta de lo que se trataba, o mejor dicho de quien se trataba. Era el brazo de Harry, casualmente mi espalda y su pecho estaban juntos. Su brazo rodeandome fuertemente.

Tardé unos segundos en pensar qué estaba sucediendo. La idea de vernos así me hizo imaginar trescientos realidades diferentes que podríamos vivir juntos.

Ojalá fuera tan fácil.

Giré con cuidado de no despertarlo, su cabello lucia tan desordenado y sedoso a la vez. Podía sentir su aliento pegar en mi mejilla. Aun acostada quedaba pequeña a su lado.

Con cuidado levanté mi mano, tratando de no mover demasiado mi cuerpo. Acaricié lentamente su mejilla, el simple hecho de poder sentir su piel me hacía temblar. Tan cálida contrastando a mi tacto.

Otra vez la idea de él y yo juntos me atormento, ¿Sería tan malo?
Nunca me imaginé desarrollar este tipo de sentimientos hacia él.

-¿En qué piensas? –me asusté en el momento que su ronca voz habló, no me había dado cuenta que había despertado. Quizás acaricie demasiado tiempo su mejilla.

¡Mi mano!, mi mano seguía allí, pero a diferencia de antes ahora estaba estática, la quité rápidamente.

-Nada, lo siento –hice un forcejeo hacia atrás tratando de liberarme del brazo de Harry pero me fue imposible.

-¿Te incomoda? -su firme agarre me sostenía contra él. No importa cuanto hubiese luchado por salir, no podría haberlo hecho.

-¿El qué? –pregunté.

-Esto Ali, el estar juntos. Estar así –sus ojos me devoraban, estaba nerviosa, muy nerviosa. Solo moví mi cabeza negando, no podía hablar. Estaba segura de que metería la pata si lo hacía.

-Creo que este será mi nuevo pasatiempo favorito –lo que acababa de decir me había dejado en shock.- Dime algo.

Empezó a acariciar mi espalda baja y me atrajo más hacia él.

-¿Qué hora es? –pregunté, fue demasiado tonto para el momento que estabamos viviendo, pero necesitaba ver a Noah. Soltó una carcajada antes de estirarse hasta la mesa de luz que se encontraba de su lado izquierdo.

-Son las... Ocho menos diez a.m –volvió a su posición y nos acobijo con la manta, a decir verdad estaba un poco fresco.- Podemos disfrutar aunque sea treinta minutos más.

-Harry... –miré hacia otro lado buscando las palabras justas.- No creo que esto sea lo correcto. Me gusta estar así contigo pero... no lo sé.

-¿Por qué haces esto? –Su tono de voz comenzó a elevarse poco a poco, pero no al punto de gritar.- Ni siquiera te he tratado mal, Alika no te he sacado en cara nada, no...No sé –terminó susurrando.

Sus brazos abandonaron rápidamente mi cintura, se levantó de la cama y salió a paso apurado por la puerta. He cagado todo, yo y mi bocata. Creo que definitivamente empezaré a guardar un poco de silencio.

Permanecí en cama, tampoco era como si pudiera levantarme, tenía que haber pensado en esto antes de decir todo eso. No puedo caminar por si sola.

Pasaron alrededor de treinta minutos y empecé a sentir murmullos en el pasillo, luego la risa tan contagiosa que me encantaba. Mi bebé había despertado y de seguro estaba hablando con Harry. La puerta se abrió mostrando a Noah ya con su ropa de día acompañado por Harry, este tenía el ceño fruncido y traía el desayuno.