Veintiocho

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"Hospital"

"Alika llámame cuando puedas" 10:24 a.m.

"Te necesito" 10:35 a.m.

"Es urgente" 10:43 a.m.

"¿Podrías atender el teléfono?" 10:59 a.m.

"Coge el maldito teléfono" 11:10 a.m.

"Estamos en el hospital" 11:30 a.m.

Ha medida que voy leyendo los mensajes empiezo a desesperarme.

En mi nuevo celular encuentro seis mensajes y ocho llamas perdidas de Harry. Ni siquiera se a qué se refiere con "estamos en el hospital".
Siento como poco a poco el mundo al mi alrededor comienza a desaparecer, mis manos comienzan a temblar con tan solo pensar que algo le puede haber sucedido a las dos personas que más quiero en el mundo.

-¿Estas bien? -escucho una voz preguntando a mi lado, pero estoy demasiado ocupada marcando el número de Harry.- Alika.

-Maldita sea -miro a Federico a mi lado.- Necesito un que me hagas un favor -pido sabiendo que tal vez pueda arrepentirme, pero Federico ha sido el único ser humano con el que he hablado en este colegio. Se ha vuelto un gran "conocido" si se puede decir así.

-Depende -toca su pera fingiendo que está pensandolo. Lo golpearia si no estuviera tan alterada.- Habla.

-Necesito que me ayudes a escapar. Por favor, es urgente. Sabes que no soy el tipo de persona que hace esto,  te lo ruego.

Federico al principio parece no tomarme en serio, pero al ver la seriedad de mi rostro se sorprende mucho. Mi estómago comienza a sentir la presión de los nervios y me siento mareada.

Necesito saber que pasa. Harry no ha cogido el teléfono en todo el tiempo que llevo intentando contactarme con él.

-Estás loca, algo puede salir. Siempre sale mal si se trata de otra persona, no voy a correr ese riesgo -lo miro con un poco de resentimiento y trato de concentrarme. Definitivamente ni dando la excusa del año me van a dejar salir del establecimiento y Harry, Harry no coge su teléfono. Ahora se la frustrante que se siente.

-Solo necesito que hagas de mesa. Trepo a tu espalda y salto al otro lado de la pared, creí que me ayudarías.

-No somos amigos -se defiende con los brazos cruzados frente a su pecho.- Te juro que si me meto en problemas buscaré a tu padre y le contaré todos y cada uno de los detalles de la travesura de su pequeña niña.

-Tranquilo, no pasará.

Solo hace una mueca y luego suelta una pequeña carcajada mostrando su perfecta dentadura. Empezamos a caminar hacia el patio del colegio, no sin antes pasar por nuestro salón y recoger mis pertenencias.

-Bien, solo espera a que toque el timbre -se sienta sobre la mitad de un tronco que se encuentra allí y me mira mientras me ofrece un chicle. Parece un especialista en estos temas. Sé que lo es.- ¿Qué es lo que te tiene así de nerviosa?

-No puedo decírtelo, lo siento -miro mis manos un poco apenada. Él no hace ningún comentario al respecto y me sorprende. Nos asustamos un poco cuando escuchamos el sonido del timbre, indicando que es hora de continuar con mi huida.

-Espero que no peses demasiado, me dejaras sin espalda -trata de bromear pero solo me pone más incómoda. Se acomoda sobre sus rodillas formando una perfecta mesa y me hace una seña con su cabeza- Vamos mujer.

Tomo aire muchas veces y pido que el destino me ayude, es por una buena causa. Palmeo la zona en la que me voy a subir y coloco un pie, antes de darme impulso escucho un grito por parte de Federico.

Aquí [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora