Aquí [Harry Styles]

Siete

"Torpe"

Los días han pasado demasiado rápido, nuestra estadía en este lugar se ha alargado y ya alcanzabamos el mes aquí.

Noah por suerte no volvió a tocar el tema de su "padre", le he dado las gracias a Harry por lo de ese día, sinceramente no imaginé que sería un especialista a la hora de resolver este tipo de problemas, pero lo hizo.

Saco con cuidado la ropa de Harry de la lavadora y la coloco en la secadora, he observado la textura de sus prendas, son tan elegantes de un tejido fino, sedoso y liviano. Son tan él. Tan Harry Styles.

Cargo el cesto de vuelta a la habitación de Harry. Ingreso a su cuarto de baño para colocar toallas nuevas. Inmediatamente me arrepiento por mi acción ya que este se encuentra en la ducha, su cara queda sin expresión alguna mientras me mira.

No soy capaz de abandonar la vista sus ojos, las gotas de agua resbalan desde sus rulos ahora un poco desarmados.

—Lo siento mucho —me cuesta un poco apartar rápidamente la mirada, las toallas desmoronan de mis manos, y me apresuro a dejar la habitación sumida en la vergüenza.

{...}

Después del incidente de esta mañana no he vuelto a ver a Harry. De seguro piensa que soy una mal educada por entrar sin tocar, juro que ni siquiera pensé en la posibilidad de encontrarlo ahí.

—¿Has jugado mucho bebé? —pregunto al ver a mi hijo reposando sobre el sofá.

—Si mami, pelo toy abutido .

Claro, los niños nunca se cansan de jugar. Creo que un niño que consume mucha azúcar se pone más enérgico, pero aun así los niños son muy animados a la hora de jugar, seguramente yo no duraría ni la mitad de lo que él hace en el día.

—Juguemos a algo ¿Quieres?

—Si me atapas mami -salió corriendo por lo cual lo seguí. Él me llena de amor cuando más lo necesito, siempre le voy a dar las gracias a la vida por mandarmelo.

El día estaba soleado, bastante diría yo, Noah corría a través del césped verde, en el patio de Harry. Corrí a tras de él, lo agarré de su cinturita y empecé a hacerle cosquillas, a lo que él se tiró al piso riendo a carcajadas.

—Mami para —seguía riendo, me detuve para dejarlo respirar. Poco a poco se fue calmando y quedó tendido en el piso, retiré sus mechones de cabello que cubrían su frente, y deposite un pequeño beso allí, tan dulce como es él.

—¿Estás cansado? —me recosté a su lado, todo se me había olvidado, la vida parecía estar sin problemas aquí a su lado.

—Si —me abrazó y recostó su cabecita en mi pecho.

—¿Interrumpo? —juro que di un brinco debido al susto que me llevé, se trataba de Harry quien estaba parado en el marco de la puerta, una sonrisa adornaba su rostro.

—Haddy —Noah, me abandonó y corrió a los brazos de Harry, el cual lo cargó con gusto y empezó a acercarse a mí.

—¿Recién llegas o... —rogaba internamente que así fuera, pero el negó. Es decir que me vio jugar como una nena de cinco años, ya tendrá con que divertirse el resto de los días.

—No, de hecho pensé que me habéis visto, estuve desde el minuto uno. Vaya escena, me has cautivado —dijo mirándome, bajé mi vista sonrojándome y luego me paré sacudiendo el resto de hierba.- Venía a invitarlos a el supermercado, no es gran cosa, pensé que les gustaría venir.

—¿Te gusta hacer las compras? No te veía de ese tipo de hombres.

—Claro, me he acostumbrado, siempre intento hacer un lugar en mi agenda, ya sabes es lo más normal que puedo llegar a hacer.