Aquí [Harry Styles]

Cincuenta y tres

"La habitación"

-Madre –digo un poco más calmado y con la voz hecha un hilo. No tener noticias de Alika me vuelve loco. Mi madre poco a poco vuelve a levantar la vista del suelo. Y aun arrodillada se acerca un poco más a mí, uniendo nuestras manos. Pero ese solo acto me aterra aún más.

-La secuestraron.

Sus palabras son como garras que inmediatamente se introducen en mi pecho. Mi mente analiza lo que acaba de decir una y otra vez, y a pesar de eso no encuentro lo lógico en su hablar. Mis ojos ya empañados comienzan a despedir lágrimas por la mujer que amo.

No me puedo creer lo que mi madre me dice. No, no, no.

-¿Tú cómo lo sabes? –me atrevo a preguntar con un tono acusador.

-Perdóname –vuelve a repetir como lo vino haciendo desde que entró al apartamento.

-¿Por qué debería perdonarte?

-Yo...Yo lo sabía –suelta ella sin más ni menos. Mi cuerpo comienza a sentirse pesado, siento como mis fosas nasales se abren y cierran bruscamente. Mi vista se nubla y comienza a girar en torno a toda la habitación. Tengo que cerrar los ojos un momento para recuperarme un poco.

-¿Cómo?

-Hace unos días vengo recibiendo mensajes de texto advirtiéndome que algo le pasaría a Alika.

-¿Por qué no me lo has dicho? –susurro suavemente hacia ella. Sé que enojarme como quisiera hacerlo no me ayudará a recuperar a Alika.

-No le tomé importancia al principio, pero luego vi que iba en serio. Hijo, soy tu madre, lo que menos quiero es verte estresado o incluso depresivo como estuviste estos días.

-Mama lleva a mi hijo en su vientre –la corté antes de que siguiera hablando estupideces.

-Se lo dije, le dije que se fuera de aquí. Harry...

-Cállate. Si algo les pasa, olvídate que tienes un hijo.

Lentamente retrocedí con la silla de ruedas. Negué una vez más con la cabeza mientras la veía llorando de rodillas en el suelo.
Lo más estúpido que ha hecho en su vida es haberme ocultado tal cosa.

Busco a Daniel para que me lleve a la comisaria lo antes posible. Tal vez el horario no es el más adecuado, pero siento que al menos ayudaré mejor en persona que por teléfono. Ni siquiera tengo la puta idea de quien pudo haber hecho esto. Ni quiero imaginarme el porqué.

Alika

Oscuridad pura es lo que presenciaba. Comencé a abrir mis ojos poco a poco. Mis parpados daban la impresión de pesar cinco kilos cada uno.

No tenía fuerzas en el cuerpo, me sentía demasiado débil hasta para lograr abrir mis ojos. Dejé de intentarlo después de un tiempo, sabía lo que había pasado. Estaba consiente totalmente de todo, es por eso que quería recuperarme lo antes posible pero no podía.

Quería tocar mi vientre y acariciarlo para decirle a mí bebé que estaremos bien, pero simplemente no podía. Empecé a sentir mis ojos picar, sabía que tenía lágrimas en ellos, y no las retuve. Dejé que fluyeran como un rio. Lloré sin importarme nada, sin saber en dónde estaba o sin saber si había alguien a mi lado.

Horas más tarde logré recobrar el sentido, supe entonces que tenía más fuerzas en mi cuerpo. Mis ojos se abrieron de una vez y tuve que volver a cerrarlos ya que la luz me impactó de lleno.

Me encontraba en una habitación de cuatro por cuatro. Estaba acostada sobre el suelo duro, frío y sucio. Demás era describir lo incómodo que era, y por supuesto que mi cuerpo dolía a mas no poder. Los golpes que me propinó Jacob, más la condición del suelo han ocasionado todo esto.