Cincuenta y dos

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"Sin ella"


-Debo ir a hacer las compras –le dije mientras acariciaba sus rizos.

-Está bien...-besó mis labios y me liberó de su agarre permitiéndome levantarme de sus piernas. Estoy completamente enamorada de su voz y de la ternura con la que me trata después de todo lo que pasó. - Pero sabes que mi madre puede hacerlo por ti, solo hay que pedírselo y ya.

-No Harry, es nuestra casa. No pasa nada con que vaya ola. Además...tengo algunos antojos por atender.

-No me jodas Alika, si sigues consumiendo esas cosas de chocolate tu estomago se hará mierda –espetó Harry con algo de violencia, amaba cuando intentaba protegerme de hasta el mínimo mal. Simplemente así era él.

-No puedo resistirme –hice un puchero con mis labios a lo que él reaccionó sonriendo.

-Aunque estoy enamorado de tu vientre... -hizo un sonido chasqueando con la boca.- Quedaras obesa –agregó Harry sonriendo.

-Harry –le golpeé el hombro y luego me di media vuelta sacándole la lengua.- No me importa, sé que me amaras igual.

-Tienes razón -sonrió en mi dirección, haciendo que mi día mejore un poco.

Tomé mi bolso con lo necesario y me coloqué mi abrigo. Me despedí de Harry con un beso en los labios y emprendí camino hacia el supermercado. El ambiente estaba frio pero no era nada que no pudiera soportar, debido a eso había pocas personas en la calle. Una sonrisa apareció en mis labios al recordar cómo nos despertamos hoy.

Nuestro bebé había dado su primer patadita y nosotros lo habíamos disfrutado. Harry al principio se asustó por mi grito emocionado, pero luego se emocionó más que yo. No paró de repetirlo en toda la mañana.

Al ingresar al supermercado lo primero que hago es caminar hacia las góndolas de los dulces. Cargo algunos en el carro y luego por fin empiezo realmente a hacer las compras, me aseguro de no tardar demasiado ya que veo como poco a poco empieza a llegar gente. Hacer fila para que me cobren siempre me resultó una tarea cansadora, ahora que tengo un mini Harry en el estómago algunas personas me dejan adelantarme.

Al salir veo a una pareja con un recién nacido en brazos, no puedo evitar mirarlos con una sonrisa en la cara como si fuera una psicópata. La parejita de novios se da cuenta de mi comportamiento y reanudo el paso con algo de vergüenza pintada en el rostro. 

Ajusto un poco más mi chaqueta mientras me dirijo hacia la parada de taxis. Solo llevo unas cuantas bolsas conmigo así que no es problema alguno, las calles están desiertas y son apenas las ocho de la noche. Me faltaban menos de quinientos metros para llegar a la parada de taxis cuando un coche frenó bruscamente frente mío, interrumpiendo mi caminar y haciendo que cayera al suelo debido al susto.

No me percato demasiado del dolor que siento en este momento porque mi mente está ocupada en lo que pasa frente a mis ojos. Veo un cuerpo bajar del auto y dirigirse a paso apurado hacia donde estoy yo. Decido dejarlo llegar hacia mí esperando su ayuda, pero en vez de eso solo recibo un tirón de mi brazo haciendo que me levante del suelo bruscamente. Confundiendo todos mis pensamientos.

Cuando levanto mi vista, mis ojos no pueden creer lo que ven, no puedo creer quien se encuentra frente mío. Jacob Johnson.

Trato de librarme de su agarre mientras observo toda la mercadería desparramada por el suelo, pero él es más fuerte que yo.

-¡SUÉLTAME! –le grito directo a la cara.

-Nunca, metete al auto... –demanda obligándome a caminar hacia su auto. No es suficiente con sus empujones ante mi resistencia, empieza a jalarme del cabello haciendo que me retuerza de dolor.

Aquí [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora