{Capitulo 37}

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La semana pasó rápido en la armada roja, después de tener todo planeado y listo, esperaron el momento perfecto para empezar todo. Sin embargo, el de cuernos se mantenía al tanto de las cámaras de seguridad vigilando todo el movimiento de cada soldado, a su lado estaba Vladh mirándolo de reojo en todo momento.

Tord: Mira a Todos esos idiotas trabajando para mí. Y decían que jamás lograría llegar hasta aquí, ni siquiera mi propio padre lo creía. ¿Sabes algo Vladh? Siento que hace falta algo para mí perfecta armada... Pero no sé qué... -se pone a pensar-

Vladh: Quizás deberías llamar a Tom para preguntarle si sabe algo del fugitivo Edward Gould, señor.

Tord: ¡Por supuesto! Había olvidado a ese imbécil. Vladh, ve por él y tráeme lo aquí ahora.

Vladh: Si señor.

Después de eso, el hombre ruso salió de la oficina mientras que Tord giró su silla mirando el gran ventanal en dirección a los grandes edificios de la ciudad. Cuando escuchó la puerta abrirse y cerrarse. Miró en el reflejo de la ventana que era la chica de cabello castaño a lo cual aquél volteó con una sonrisa.

Tord: ___, que bueno que vienes de visita. ¿Que es lo que quieres, nena?

___: Tord, tenemos que hablar. Esto ya se está saliendo de control y me está preocupando tu estado.

Tord: ¿Mi estado? ¡Pero si estoy perfecto! ¿Por qué piensas que estoy mal?

___: No lo se, ¿será por qué nos secuestraste y no tienes encerrados aquí sin tener un contacto humano? -habló molesta-

Tord: ¿Pero de que te quejas? ¡Tienes muchas cosas y no te falta nada! ¿¡Lo estás despreciando!?

___: ¡Tord, mira tu alrededor! Esto se está volviendo una locura y tú necesitas parar ya de esto. ¿Acaso no sabes que tanto daño estás dando solamente por qué te pasaron muchas cosas malas en el pasado?

Tord: No tengo tiempo para tus estupideces ___. Ve a tu habitación ahora mismo, o tendré que castigarte.

La castaña se molesta de más y se acerca hacia el joven del brazo robótico volteando su silla.

___: ¡Tord ya escúchame está vez! ¡No quiero seguir tus órdenes y tampoco quiero estar aquí! ¿¡Hasta cuanto vas a seguir jugando al soldadito malo!?

Éste se levanta muy molesto y la toma del cuello recostando la de la mesa. Aquella se sorprendió por aquella acción y simplemente trata de liberarse al no poder respirar.

Tord: ¡SI NO TE GUSTA MI TRABAJO, ENTONCES TENDRÉ QUE ENCERRARTE EN UNA MALDITA JAULA POR BOCONA! ¡NO DEJARÉ QUE ME MANIPULES, NO FUNCIONARA CONMIGO!

Aquella se queja sin poder respirar y patalea un poco. El joven de cuernos seguía apretando su cuello mirándola, pero de un momento a otro, aquél se acerca a sus labios y la besa sin soltarla. La muchacha queda sorprendida por la acción del noruego, y no sabía que hacer. Pero el momento fue interrumpido cuando tocaron la puerta, aquél noruego solo gruñó molesto y se separó soltando a la joven la cuál respiró muy profundo recuperando el aire.

Tord: ¡Pasen, maldita sea!

Al abrir la puerta, se dejó ver a Vladh con Tom quien se estaba quejando un poco, ya que aquel hombre alto quien lo sujetaba del brazo y lo empujó metiéndolo a la oficina. El de lentes se quedó de eso y miró a la joven a lado de Tord. Notó que tenía marcas en su cuello y su labial estaba un poco manchado. Al principio sospechó un poco pero no dijo nada y lo miró.

Tom: ¿Que es lo que quieres? -habló molesto-

Tord: ¿Ya pudiste localizar a Edd?

El de cuencas miró a la joven la cuál simplemente negó la cabeza indicando que no le dijera. Soltó un suspiro y negó.

|You Are Not Like Him| [Tom y tu] |TERMINADA| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora