¿Quién eres? Parte 2

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Iba de camino al baño. El Edgar me dijo que era caminando por este pasillo y era la primera puerta. Lo encontré. Para mi suerte el baño estaba vacío. Era bastante espacioso, el espejo era grande, había 3 cabinas de baño  y 4 orinales en una pared. Me miré en el espejo y tenía toda la polera empapada.

~ Por la mierda, si me mechonean hoy día,  tendría que devolverme a pata a mi casa.

En ese rato había entrado una persona al baño. Ya no me podría cambiar libremente, me tendría que meter en una cabina para cambiarme. Iba a ser muy raro que de repente me saque la polera en frente de alguien que acababa de entrar.

Tomé mi mochila y me dirigí a una cabina. Iba a entrar cuando de repente alguien tomó de mi brazo y me empujó contra la pared. Mi mochila se cayó de mi hombro por la fuerza ejercida en el brazo contrario.

Puso su antebrazo en mi pecho para que no me moviera, mientras que su otra mano seguía apretando mi brazo.

~ Eres tú, pensé que me había equivocado por un momento, pero si eres tú – Su voz era grave y con un tono enojado. Tenía unos pequeños rulos cayendo por su nuca, piel clara, no tanto como el manu, pero era blanco; también tenía barba, no muy frondosa, era moderada.

~ ¿¡Que wea conchetumadre!? Suéltame ahora si no quieres que te reviente los cocos – Respondí furioso. Cualquiera estaría enojado en mi posición o eso creo...

~ ¡Cállate perra si no quieres que te viole acá mismo! – Me tapó la boca con la mano que hasta ese momento había apretado mi brazo con tanta fuerza que tal vez había dejado una marca. Quedé en shock. Y prosiguió...

~ Nunca recuerdo una cara, porque sinceramente me vale mierda la mayoría de la gente, pero te reconocí porque.... – se detuvo como omitiendo información– ~...tengo que arreglar algunos asuntos contigo. Supondré que no sabes quién soy, eres perra nueva y por esta vez te lo dejaré pasar, pero te recomiendo que te mantengas alejado de mí. ¿Está claro?

Comencé a sacudirme tratando de soltarme de su fuerza, pero era en vano, era más fuerte que yo. Mi oposición no lo movía ni un centímetro.

~ ¿Algo que decir perra? – me destapo la boca.

~ ¡Hijo de puta! ¿¡Quién eres tú para decirme que mierda tengo que hacer!? ¿Ah? Ni siquiera te conozco, porque me acercaría...a...ti... – Todo se me aclaro en la cabeza. Sin haberlo visto antes, supe quién era y no porque conociera su nombre o su rostro, si no que en ese mismo momento sentí la misma presión, la misma tensión de músculos, las mismas ganas de no querer levantar la vista. Lo reconocí. Su mirada.

Su vista estaba clavada a mis ojos como si me estuviera investigando por dentro. Tenía el ceño fruncido, pero a la vez parecía sorprendido por lo que le había respondido.

Tapo nuevamente mi boca y soltó una risa burlona e incrédula. Al parecer le hacía gracia que una persona se le enfrentará. Luego, clavo de nuevo su mirada amenazadora en mis ojos.

~ Mira saco wea, haré que entiendas esto por las buenas, porque sería una pena que una carita como esta terminará deformada – Saco el antebrazo, que hasta ese momento me presionaba el pecho, para acariciar el filo de mi mandíbula con sus dedos. Me estremecí, pero de miedo. – ~Entraste en territorio peligroso y en este territorio te riges por mis reglas si quieres vivir, así funcionan las cosas, ¿Entendiste? No creo que sea muy difícil.

Me sacudí de nuevo sin poder escapar de sus fuertes brazos. Me estaba agitando sin conseguir nada. Ya casi no podía respirar, las vías respiratorias de mi nariz ya no eran suficientes debido al cansancio.

Se acercó a mi oído y susurró.

~ Puedes hacer esto más fácil y asentir, o podemos quedarnos en esta posición todo el día, tú decides – Me comenzaba a poner nervioso. Su respiración chocaba contra mi oído y yo me comenzaba a ruborizar, no sé porque razón, ¿tal vez era el nerviosismo? Alguien podría entrar en cualquier momento. Maricón de a peso.

~ ¿Y? ¿Dirás que sí y harás caso como buena perra obediente? ¿O te está gustando que estemos en esta posición y no quieres que salga? – Su mano dejó el filo de mi mandíbula para bajar  poco a poco a mi polera mojada. Metió su mano descaradamente debajo de mi polera.

Hijo de la gran....no me quedó otra opción.

~ ¿Tienes frío? – Había llegado hasta mi pezón. El muy hijo de puta se estaba ganando que lo dejara estéril, aunque extrañamente estaba comenzando a excitarme... pero ¿Qué? ¿Qué pasa conmigo? – ~ Es mejor que elijas pronto si no quieres resfriarte.

Hablaba en un tono burlón, casi riéndose.

No me quedo de otra. Asentí y por fin me soltó. Trague bocanadas de aire apoyando mis manos en mis rodillas.

~ Elegiste bien... Aunque por un momento pensé que querías que te llevará a una cabina de baño – Levanto mi cabeza desde la barbilla y sonrió malicioso– ~...Una pena...hubiese sido interesante.

Volvió a reír, me soltó y se dirigió a la puerta.

~ Tú...tú... ¿Quién eres? – Dije tratando de controlar mi respiración.

Él paró en seco. Estaba de espalda, pero me dedicó una mirada por encima de su hombro, mirándome con el rabillo del ojo. Sonrió de lado. Abrió la puerta y salió del lugar.

Me quede sin respuesta y sin saber qué hacer. ¿Lo reportaría a alguien? ¿O me quedaba callado? Lo más probable es que si lo reportaba en la universidad, mi acosador se vengaría. Quedarme callado era una opción, pero nunca lo hacía, menos ahora que la duda me carcomía por dentro.

——o——

Holi :3 tuve que separar el capitulo porque me habia quedado un poquitin largo...creo xD jdkshfhfkhdsfhds estoy pensando en actualizar los dias sabados o viernes, porque ahí uno tiene mas tiempo y blah... Ahora tengo que estudiar para dos pruebas ¬¬ profesores hijos de... sus mamás ¬¬.

Disfruten el domingo pajero...Y ahora desaparezco ~°o°~ 

Fuck Society [TERMINADA] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora