Cosecha lo que siembras

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POV Nico

~ ¿Y? ¿Me van a contar o no?

Levanté la cabeza distraído, encontrándome con la imagen de mi vieja de brazos cruzados sentada en el sillón y a mi hermana sentada al lado de ella, mirándome como quien cree saber todos mis secretos.

~ ¿Ah? Perdón ¿Q-Qué cosa? —Incliné mi cabeza levemente. Estaba muy confundido.

Al lado mío alguien rió golpeándome la espalda suavemente. Era el Jaime que se adelantaba a contestar por ambos.

~ No se preocupe tía, está así desde que se despertó. Anda como en las nubes. Los cabros igual se despidieron de él cuando se bajaron del auto y ni los pescó.

~ ¿En qué momento pasamos a dejar a los cabros? —Lo miré con el ceño fruncido.

*¡Enserio! ¿Cuándo llegamos?*

~ ¿Ve lo que le digo? —Se dirigió a mi vieja omitiéndome olímpicamente.

~ Uy, no. Si el negrito es así. Desde chiquitito que es distraído. Para que decir cuando le digo que ponga la mesa, uuuffff... se hace el sordo nomás.

~ ¿En qué momento esta conversación se volvió en mi contra? —Pregunté ofendido levantándome del sillón para ir a la cocina por un vaso con agua.

Quería despejar mi cabeza. No sé en qué momento todo se volvió borroso y me volví la confusión en persona.

~ No te enoji' Nico. Solo estamos leseando.

~ Ahá. —Afirmé desinteresadamente desde la cocina.

Mientras llenaba el vaso con agua y comenzaba a beberlo de a poco, escuché que mi vieja retomaba la conversación con la aparente pregunta que me estaba haciendo desde hace mil horas atrás, y que por más que la repitiera, yo no la escuchaba.

~ Bueno, ya que mi hijo no me quiere responder, entonces cuénteme usted mi niño. ¿Cómo les fue? ¿Qué hicieron? ¿Cómo la pasaron? Cuénteme todo.

El Jaime relató todo de principio a fin. Desde que llegamos y nos dimos cuenta de que no teníamos comida, hasta el momento en que "se nos ocurrió la idea de invitar a los cabros para que de paso les pidiéramos las provisiones que nos hacían falta y así quedarnos todos juntos por el fin de semana".

Mentira, pura mentira del Jaime para esconder que en verdad hicimos una apuesta, en donde el perdedor iba a ser esclavo del otro por todo el fin de semana (con evidentes segundas intenciones del Jaime), y que además, manipuló todo a su favor para ganar, haciendo que el Edgar le trajera todas las provisiones a la puerta de la casa, dejándome como un real estúpido por hacer tratos con el diablo. Por otro lado, y por si fuera poco, puso en aprietos al pobre Edgar poniéndolo en frente de su ex, que por cierto, lo odiaba con cada fibra de su pequeño ser. Aunque debo admitir que ahí también ayudé, pero qué más da. Él era la mente maestra de todo.

Además de eso, describió un poco la casa y otro tanto de su historia. Ocultando cosas nuevamente. Como la foto que encontré en el armario y sus repentinos arranques de locura...

Llené el vaso nuevamente y volví a tomar. Por alguna extraña razón, estaba muy sediento.

~ ¿Y cómo les fue con la lluvia? ¿Estaba muy fuerte? Yo me asusté porque en un momento se apagaron las luces y me preocupé tanto por ustedes que empecé a llamar como desesperada al Negrito. Creí que les había pasado algo malo.

~ No tía, si estábamos todos bien en la casa, no tenía porque preocuparse. Aunque sí, la lluvia estaba muy fuerte, pero ese no fue el problema y tampoco fue el corte de luz, el problema era el frio. No se imagina el frio que hacia tía, me tiritaba todo el cuerpo cuando me paseaba por la casa, era horrible, pero ahí con el Nico nos las arreglamos para calentarnos.

Fuck Society [TERMINADA] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora