Cuídate de la bestia

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POV Nico

~ ¿Andrés?

Desde que había cortado el teléfono, parecía que sus pensamientos habían quedado vagando en un lugar paralelo y que solo su cuerpo estaba presente en la habitación.

Estaba sentado a mi lado, pero llevaba bastante tiempo distraído. Creo que habían sido más o menos unos 20 min, en los cuales no quise hablarle en ningún momento. Su boca se movía como si hablara, pero en realidad no soltaba ni una palabra. Discutía y trataba de pensar. Movía las manos y gesticulaba, pero de su boca no salía ni un sonido, hasta que de un momento a otro, dejó de moverse, como si hubiese llegado a una conclusión. Ahora no pestañeaba, no movía las manos o la boca; solo se quedaba fijo mirando la pared.

Mi pregunta había rebotado por todo el dormitorio. Me puse nervioso de un momento a otro debido a su cambio de comportamiento. Tragué saliva fuertemente e incliné un poco para ver su rostro.

Se sentía un silencio horrible en toda la habitación que me hacía sentir incómodo.

~ ¿Hm? —Levantó la cabeza y me miró distraído.

~ ¿Qué pasa?

~ ¿Ah? Ah....nada, nada, solo...solo me quedé un poco preocupado, pero no es nada, dejémoslo así...—Forzó una sonrisa y se levantó del sillón—....¡Uh! Creo que hay que limpiar la alfombra. Voy a traer un trapo. —Parecía que quería evitar el tema por completo.

~ Pero...¿Preocupado de qué? —Me giré siguiéndolo con la mirada mientras él iba por un trapo húmedo guardado en un mini cuartucho que estaba atrás del sillón. En realidad era algo así como un armario detrás de una puerta, porque la mini pieza no pasaba de los 2x2 m y guardaba cosas de aseo. Como una despensa.

~ De nada importante cariño. Solo son cosas tontas que se me pasan por la cabeza. —Hacía gestos con las manos diciendo que no me preocupara mientras se agachaba a buscar un paño por entre los miles de útiles de aseo.

~ Te ayudo...

~ No, no...déjamelo a mí. Es mi responsabilidad limpiar este lugar. Además, eres una visita. No voy a dejar que una visita limpie mí piso. —Rió nervioso, tomó un paño y prosiguió a limpiar la mancha de té que había quedado impregnado en la alfombra por mí sobre-exaltada reacción.

Sus manos se veían delicadas, como las de una mujer preocupada por hacerse la manicure. Eran muy blancas y brillantes. Sin haberlas tocado ni una sola vez, podría atreverme a decir que eran muy suaves y tersas al tacto. Sus uñas estaban pintadas de un color rosado oscuro y tenían unos pequeños diseños blancos por los bordes. Definitivamente se notaba que este weón se cuidaba e iba al spa o algo...

Sus brazos eran delgados y blancos. No tenían músculos y estaban finamente moldeados como los de una modelo, muy finos. Su cuerpo también corría la misma suerte. Era esbelto y curvilíneo, de cintura pequeña y caderas un poco más anchas, solo un poco. Aunque llevaba vestido, se podía ver que tenía un trasero abultado, talvez era trabajado con ejercicios y esas cosas. Tenía largas y depiladas piernas, también blancas obviamente, y bien contorneadas.

En sus facciones podías distinguir que era hombre, pero solo si te fijabas bien, porque el maquillaje hacia que el weón luciera como una perfecta y autentica mujer. Tenía los labios levemente rojos; los ojos delineados y las pestañas crespas, agregando que el muy hijo de perra tiene ojos claros y pelo negro, así que todas sus facciones se resaltaban de una manera impresionante... ¡Si estaba dotado para miss mundo este weón! ¡Era demasiado perfecto para mis ojos!

Lo miré varios minutos, extasiado por su perfección; viendo como comenzaba a limpiar lenta y pacientemente la mancha de té, para luego, perder la cabeza de repente y terminar casi tallando el piso.

Fuck Society [TERMINADA] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora