Fuck Society [TERMINADA] (Editando)

Curar la herida (Mini Cap)

POV Jaime

~ ¿Te has fijado que cada vez que tienes un problema terminas aquí?

~ ¡Ah, ah, ah!

~ Ni siquiera te he tocado.

~ Pero duele la wea po'.

~ Eres una nena.

~ Mira quien lo di...¡Aahh!... —Hasta que por fin se vengó y presionó sin piedad la mota de algodón empapada en alcohol contra mi pómulo.

~ Te lo repito. Eres una nena. Haz soportado cosas peores que ésta y ahora te quejas.

~ Cállate wn. Me quejo cuando quiero. —Me quedé quieto, evitando cualquier movimiento brusco. Con los vengativos toques de mi malvada enfermera, ya me bastaban.

~ O te quejas porque algo te molesta...—Guardé silencio mientras él seguía curando—...¿Por qué fuiste a trabajar esta vez?

~ ¿"Esta vez"? Sabi' dema' que siempre tengo que trabajar ¿Por qué tendría que tener una excusa para trabajar "esta vez"?

~ Ah, no sé, porque luces molesto talvez.

~ ¿¡Cómo no voy a estar enojao' si me mandaron a pelear con un weón como de un metro noventa con 100 kg encima!?

~ Tú te lo buscaste.

~ Porque me pagaban bien...

~ Jaime...

~ ¿Qué?

~ ¿Cuántas veces tengo que decirte que dejes ese trabajo? Podrías trabajar en lugares más tranquilos y ganar igual de bien.

~ En esos lugares donde me pagan "igual de bien", me pagan al mes lo que yo puedo ganar en una semana.

~ Pero insisto en que es muy peligroso...—Sacó otra mota de algodón del botiquín, y luego, una botella de povidona. Puso el algodón en la boca de la botella y la vertió—...Agradece que ahora solo fue tu pómulo. No sé cómo no saliste más herido.

~ Porque soy un maestro...¡¡Aaauuu!!...—Aplastó el algodón contra mi herida como si me estuviera pegando una estampilla en la cara—...¿Podríai' ser más delicao'?

~ Hhmm...No...—Sonrió burlesco y luego se puso serio rápidamente—...Te tengo que contar algo.

~ ¿Qué? ¿Te compraste un esmalte de uñas?

~ No...

~ ¿Un vestido?

~ No...

~ ¡Oh no! Entonces... ¿Estás embarazado?

~ No...—Rió leve.

~ Uh, uh, ya sé ¿Dildo nuevo?

~ ¡JAIME!

~ ¡Andrés!

~ Yapo' wn, es enserio.

~ Yo también lo digo enserio...—Dejó de curarme y pude recostarme cómodamente en el sillón con las manos detrás de mi nuca—...¿Dónde está el dildo, ah? ¿Es rosado? —Reí.

~ ¡No!...Jaime, deja de preguntar por dildos o sino de verdad te traigo uno y te lo meto por el...

~ Chuuuuta ya, el weón delicao'. No pregunto más mejor... Ahora dígame, ¿qué le paso a mi niño? —Exclamé en un tono bastante sarcástico y palmeé un par de veces el sillón invitándolo a sentarse.

Sorpresivamente, sin notar mi sarcasmo, se sentó.

~ ¿Qué te hace pensar que en realidad quiero escuchar?