Una pequeña mentira

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(...)

Kirishima logro preparar un platillo decente que había aprendido tras el campamento de la U.A. pues quería esforzarse a ser un buen héroe y al darse cuenta de que la cocina era necesaria recibió ayuda de su madre y de vez en cuando la de Bakugou logrando conocer varios gustos de este además de tips que le ayudaron bastante.

– Sero ya esta listo – Avisó el pelirrojo dejando la bandeja sobre la barra el pelinegro asintio levantándose de su lugar – Toma mi lugar en lo que no estoy pidió el pelinegro pasándole el mando, el chico asintió.

No estaría mal divertirse un poco antes de ir a su entrenamiento con su profesor.

(...)

Sero abrió la puerta cautelosamente, la última vez no pasó gran cosa sin embargo era protocolo.

– Entra de una maldita vez si vas a hacerlo – Gruño el cenizo quien dejo la pesa sobre el suelo tomando una toalla secando un poco el sudor de su cuerpo.

Había descubierto que ejercitarse le ayudaba a distraerse así que era un ganar, ganar.

– Vamos viejo se más amable con quien te trae la comida – Pidió con cierto tono burlón ganándose la bella vista del dedo medio de su amigo – Tu frialdad me hiere – Lloriqueo, Bakugo le quito la  comida de sus manos.

– ¿Tu lo hiciste? – Sero negó tomando asiento en la silla del escritorio.

– Kirishima lo hizo  – Informó mientras que miraba las cosas del cenizo quien le vio de reojo pensativo.

– ¿Qué no estaba fuera? – Sero asintió y ambos quedaron en silencio por unos segundos.

– ¿Crees que algo le sucede a Kirishima? – Cuestiono el pelinegro tras varios minutos de reflexión.

– No se – Murmuro con sinceridad buscando ocultar su preocupación con falso desinterés.

Sero miro al techo frunciendo el ceño.

– Me preocupa...

Bakugo dejo de comer y gruño irritado.

– Pues pregúntale y ya esta – Contesto de mala gana.

– ¿Qué acaso estar en aislamiento te pone de mal humor? – Bakugo le lanzó una almohada que Sero bloqueo con sus brazos riendo levemente - Anda "Blas-ty" pronto podrás ver a Kirishima

– No vuelvas a llamarme asi es asqueroso

- Uy pero que leal

- Ja. Ja. Ja – Rio sarcástico continuando con su comida sin ganas de discutir para la gran sorpresa del pelinegro.

– Bueno pero ya enserió ¿por que sigues aquí? No pareces seguir con efectos del celo y te ves bastante normal

Bakugo frunció el ceño.

– ¿Normal?

– Sabes a lo que me refiero – El cenizo rodo sus orbes manteniendo sus labios sellados – Mm... – Sero le miro por unos instantes para luego suspirar – Bien – Se levanto de su lugar tomando los trastes – Si necesitas hablar con alguien sabes que cuentas conmigo

– No hace falta decirnos lo obvio, cara de soja – Contesto devolviendo aquello entre palabras Sero sonrió ligeramente y salió de allí.