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Los cuatro dormían cómodamente.

Kaminari envuelto en cobijas sobre su cama.

Eijiro hecho un desastre con la almohada sobre su cabeza y la sábana enredada por una parte de su pierna, torso y brazo haciendo que este último este en una extraña posición.

Sero estaba a los pies del joven removiendose un par de veces buscando más comodidad.

Mientras que Katsuki dormía con una mano en sus abdomen mirando al techo con un brazo sobre su cabeza.

La paz en aquel cuarto era jodidamente cómodo y por el olor de los omegas y del alfa se podía olfatear un leve deje de feromonas bastante suaves y agradables.

Sin embargo, una patada en el rostro fue lo que le despertó y los gritos de auxilio por parte de Sero fue lo que despertaron a Kaminari y Kirishima.

Vaya manera de iniciar el día...

(...)

Luego del casi homicidio matutino los chicos se encontraban en el desayunador degustando la comida que Katsuki a regañadientes les había preparado.

No habían muchas personas al rededor y mina parecía seguir en el quinto sueño después de todo ella también había hecho una noche de chicas.

– ¿Que piensan hacer hoy? – Cuestionó Kaminari animado robándole una tocineta a Sero quien se descuido por unos instantes.

– ¡Oye!

Kirishima sonrió entretenido ante la escena.

– No lo se, estoy algo cansado aún y solo quiero quedarme en mi habitación – Respondió para luego dar otro bocado del desayuno.

– Yo iré a casa de mis padres – Informo Sero tomando una salchicha como venganza por lo de su tocineta, Kaminari tan solo le miro mal, Sero se burló de él sacándole la lengua.

Kirishima esta vez si se rió. Eran como niños.

Desvío su mirada hacia Katsuki quien parecía distraído.

– Blast – Le llamo el cenizo solo le miro con su típica expresión de pocos amigos – ¿Tu que harás? – Cuestionó intrigado.

– Entrenar – Respondió sin más tomando los trastes del pelirrojo para llevarlos al fregado y lavarlos junto a los suyos.

– No hace falta pued-

– Cierra la boca – Gruño siguiendo a lo que iba. El pelirrojo le dedicó una sonrisa de agradecimiento.

– Gracias – No recibió respuesta.

– ¿Y cuando se casan? – Bromeó Kaminari sacándole una carcajada a Sero, un gruñido a Bakugo y un leve sonrojo a Kirishima.

– ¡Kamibro! Malinterpretar las buenas acciones de una persona hacia los demas no es nada masculino – Reprochó el pelirrojo.

– Kirishima ¿Te acabas de escuchar? Dijiste "Buenas acciones de una persona hacia los demás" con Bakugo siendo el sujeto referenciado – Sero miraba burlon al chico – Eso en palabras Bakugo es cortej·¡Ahg! ¡¿Que chigados Bakugo?! – Exclamo enojado al verse empapado.

– Apestas tan solo te ayudaba a quitarte el hedor cara plana – Respondió en un tono malicioso.

– ¡¿Seras mamaguevo hijo de tu putísima perra madre?! ¡¿Que no puedes tolerar un hijueputa chiste, cara de churria estreñida?? – Kirishima y Kaminari estaban partiendose de risa ante las maldiciones de Sero aunque no entendieran una mierda.

Realmente no había cosa más divertida que ver a Sero enojado diciéndote hasta de lo que se va a morir tu tataranieto.

– No hablo Taco-Frijol cabron – Respondió dejando salir una ligera risilla al ver cómo Sero le mostraba el dedo medio – ¡Ese te gusta maricon!

Una pequeña mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora