27

492 83 2
                                        

A decir verdad adoraba estar con sus padres cuando estaba en celo.

Las atenciones, los mimos, los halagos y la calidez que su casa emanaba era realmente reconfortante y aliviante.

Le divertía tanto las bobas discusiones o la atencion absoluta que le otorgaban cuando decía "Quiero..".

Kirishima rio haciendo que ambos le observaran.

- ¿Qué pasa Eijiro? 

- Van a malcriarme - Sus padres rieron al escucharle.

- Ya te criamos bastante bien - Respondió Kanojo.

- Aun así ¿Por qué me están mimando tanto? ¿es por que soy omega? - Su madre suspiro sin querer decirle que si pues sabia que no se lo tomaría a bien.

- Si - Ambos miraron a Aoi, Kirishima con algo de decepción, Kanojo con el ceño fruncido - Pero no es por lo que crees - El pelirrojo alzo su vista para dar con los orbes de su padre - Solo queremos que sepas que te amamos y que sigues siendo nuestro Masculino hombrecito y que nada ni nadie cambiara eso ademas queremos asegurarnos de que cuando busques pareja encuentres a alguien que te trate mejor que nosotros y te recuerde lo valioso que eres cada día.

- PaAa - Le abrace y poco después sentí a mi madre hacer lo mismo además de darle un beso en la mejilla.

– ¡Me hacen tan feliz! – Los lloriqueos conmovidos de mi madre no se hicieron esperar por lo que papá y yo le tuvimos que consolar.

– Vamos Kanojo, no llores por tan poca cosa – Pidió mi padre entre risas mientras que mi madre hacia pucheros y yo reía abrazándole.

(...)

– ¡Eijiro voy a llegar tarde! – El pelirrojo bajo con rapidez las escaleras incluso brincando algunas de estás ante su correteo.

– ¡Voy! – Se dirigió a la cocina – ¡Gracias ma! ¡Te amo! – Tomo el bento que le habían preparado escuchando un "Yo también ¡Cuídense!" De parte de esta para luego ir al lado de su padre.

– Lo siento – Respondió cerrando la puerta de un portazo recibiendo una mirada de reproche que le hizo sacar una risilla nerviosa.

– Ten más cuidado – Reprochó su padre dando reversa para poder integrarse a las ajetreadas calles de Japón.

El menor prendió la radio tras varios minutos, las noticias de último momento, canciones de moda y los anuncios sobre nuevos productos salían de la emisora mientras dejaba ir el tiempo sin preocupación.

(...)

– Gracias papá, ten un buen día, cuídate – Kirishima cerro la puerta está vez siendo más cauteloso.

– Tu también campeón – Su padre alzó el puño para que esté se despidiera de aquella manera, con una risa divertida y de un humor resplandeciente el menor choco sus nudillos para luego alejarse y adentrarse al instituto.

El grito de alguien le puso alerta para luego sentir como se aventaban sobre el y tras este otra persona mas causando que se tambalee.

Kirishima miro a Sero y Kaminari, saludándoles animadamente mientras que se dirigían al interior de la estructura para poder llegar al salón de clases.

Una pequeña mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora