Luego de aquel beso pudieron gozar de unos minutos de calidad, los cuales luego de la vergüenza, se quedaron hablando sobre asuntos triviales.
Ninguno de los dos toco el tema o comento sobre el asunto tan solo soltaban bobas risillas o se lanzaban miradas rebosantes de un amor predestinado, alguna que otra caricia en las manos o mejillas del otro se les escapaba sin embargo aquellas pequeñas acciones eran suficientes para ambos.
Se sentían en paz. Completos.
Tuvieron que salir de su burbuja al escuchar a los padres del pelirrojo llegar y como si lo que hicieron estuviera prohibido se apartaron y con una mirada cargada de complicidad y una sonrisa traviesa se fueron a saludarlos.
- Bienvenidos a casa - Saludo el menor.
- Bienvenidos - Le siguió Bakugo agachando levemente su cabeza.
- Hola niños - Saludo Kanojo dejando un beso maternal en la frente de su hijo y palmadas en el pelo del cenizo.
- Kirishima - El hombre acaricio el pelo del pelirrojo ladeando una ligera pero cálida sonrisa luego giro su rostro hacia el cenizo volviendo su semblante mas severo - Gracias - respondió sin mas Katsuki alzo una de sus cejas.
No esperaba que siquiera le dirigiera la palabra pero al ver la sonrisa de Kanojo comprendió que la mujer tenia algo que ver.
– ¿Dónde están los demás? – Pregunto el mayor inquisitivo.
– Les pedí que compraran un par de cosas a la tienda – Respondió Kanojo haciendo que el mayor frunciera el ceño – No empieces – Reprochó acusadoramente – No ha pasado nada y Eijiro esta bien ¿Cierto bebe? – La mujer volvió su vista al pelirrojo quien sonrió levemente sonrojado pasando por alto la sugerencia de su padre y es que estaba impaciente por contarle todo lo ocurrido a su madre.
– Más que bien – Respondió riendo ligeramente.
Katsuki tan solo le miraba con cariño y Kanojo con una sonrisa inquisitiva por otro lado Aoi soltó un gruñido mientras se iba murmurando cosas inentendibles.
– A este paso tu padre se convertirá en el grinch del amor – Bromeo la pelinegra haciendo que Katsuki ría por igual.
– Me alegra que se lleven bien – Musito Kirishima – Ma ¿podemos usar el auto para ir a la plaza?
– ¿Y quién se supone que vaya a conducir? – Cuestionó con una ceja alzada.
– Kaminari – Ante la mirada dubitativa Katsuki decidió dar un paso al frente.
– No se preocupe, puede ser algo idiota e inmaduro pero la rata sabe conducir – Kanojo ladeo una sonrisa.
– Si lo dices así no veo por que no debería cederle el auto – Contesto con cierta ironía – Pero es de ti de quien hablamos no eres el tipo de persona que dice algo bueno solo para no hacer sentir mal a alguien así que les prestare el auto sin embargo si algo llega a pasar llamen inmediatamente – Kirishima le abrazo con entusiasmo.
– ¡Gracias ma! – Kanojo sonrió y le acaricio el pelo.
– ¿Quieren hacer algo mientras esperan a sus amigos? – Eijiro miro a Katsuki quien alzo sus hombros.
– Solo estaremos en la habitación – Musito el pelirrojo tomando al cenizo de la mano, Kanojo sonrió mirando al cenizo quien simplemente ladeo una ligera sonrisa sonrojado y se dejó llevar por Eijiro.
Complacida Kanojo se dirigió a la oficina donde Aoi revisaba algún que otro reporte de sus pacientes.
– ¿No crees que deberías descansar un poco y sacar a tu esposa a comer? - Cuestiono en un puchero mientras le abrazaba por detrás sobre sus hombros.
Aoi dejo lo que hacia y miro a la pelinegra.
– Lo siento mi reina se que dije que serian unas vacaciones para ambos pero..
– No, no. – Interrumpió la pelinegra – Sea lo que sea que tengas ahí se perfectamente que tus colegas podrán hacerlo – dio un suspiro y le miro con esos ojos de perrito abandonado que le heredó a su hijo – Aoi porfavoooor ya deja de cargar con todo y pasa tiempo con tu esposaaaaa – Se tiro en su regazo llevando una mano a su frente – Me tienes abandonada ¡Ni si quiera debería estarte rogando! – Exclamó al darse cuenta de que le suplicaba su atención.
Aoi rio con fuerzas abrazándola, dejó varios besos por su rostro y le apretó aún más en su pecho.
– Tienes razón, mi reina no debería de rogarle a nadie – El pequeño enojo que le había surgido se disipó ante esas palabras
– ¿Entonces?
– Ve a cambiarte te llevare a una cita – Kanojo sonrió de oreja a oreja y se dispuso a ir a la recamara para prepararse.
Mientras Aoi llamo al restaurante en el que ya había hecho una reserva para pedir que prepararán su mesa una hora antes.
(...)
– ¿Ya tenemos todo? – Sero miro las bolsas y asintió.
– Eso creo.
– Aún no entiendo por que la señora Kirishima nos pidió que compraramos esto si ya había en la casa – Mina tomo un par de las fundas que cargaba Sero.
– Obvio quería dejar a Kacchan y Kiribro solos – Respondió Kaminari mientras comía un pan de los que habían comprado.
Los tres se miraron con una sonrisa divertida.
Sero, como buen hijo de madre latina llegó a escuchar la conversación que Kanojo y Katsuki tuvieron y como era de esperar se lo contó a los otros dos chismosos.
– ¿Y creen que si funcione?
– Bueno si luego de eso Baku no reacciona habra que gritarles a ambos que se cojan de una puta vez
– Mina – Reprochó sero riendo.
– ¡Es que me tienen hasta la coronilla!
– Tiene razón ¿no les has visto entrenar? La tensión sexual que se llevan es exasperantemente incomoda.
– Lo que se me hace incomodo es lo atento que están a ello
– ¡No es cuestión de estar atentos es solo que se ve a primera plana!
Sero rio y les dio la razón.
No era estúpido si habían veces en las que se sentía como la tercera rueda cuando llegaba a quedarse solo con esos dos.
– Cómo sea volvamos a la casa
(...)

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Una pequeña mentira
FanfictionNo esperaba ser un alfa, quiero decir jamas había pensado en ello realmente después de todo tenia en claro que como mis padres eran betas yo también terminaría siendo del mismo subgenero sin embargo jamas me imagine aquel escenario..