Una pequeña mentira

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- Kirishima-san ¿Podemos ir a la playa? - Mina quien parecía ya lista para ir a un pasadía a las orillas del mar se acercó a Kanojo para poder obtener el permiso de la mayor.

La mujer rio ligeramente puesto que a sus ojos más que un permiso era un aviso.

- Bien, pero antes tengo que hablar con ustedes - Mina dio saltitos en su lugar emocionada para luego ir en busca de sus lentos amigos y así poder salir de una buena vez hacia aquella masa de agua salada.

(...)

Una vez todos reunidos, incluyendo a Bakugo quien prefirió ir que a quedarse bajo el mismo techo que el señor Kirishima, escucharon atentamente las instrucciones de la mujer frente a ellos.

1- No llegar más tarde que las 9:30
2- Tener cuidado al nadar, pues estaban en mar abierto.
3- Usar protector solar cada una hora.
4- Divertirse sanamente, sin necesidad de alcohol u otras sustancias.

Tras esas reglas los chicos pudieron salir de casa.

- ¡Ei! - El pelirrojo miro a sus espaldas, extrañado se acercó a su madre.

- ¿Que pasa? ¿Se me quedo algo? - Cuestionó mientras revisaba su bulto de playa.

- Si, toma - Su madre le dio un sobresito cuadrado.

- ¿Que es? - Lo tomo en sus manos analizándolo.

Era fino y parecía tener algo liquido dentro.

Tal vez una crema, la misma que utilizaba cuando era niño debido a su piel, aunque... tenía cierta dureza; no recordaba que tuviese algo duro.

Aun extrañado volteo el paquete sintiendo los colores subir a su rostro.

- ¡Ma! - Exclamó devolviendole el condon que le había otorgado - ¡¿En que estas pensando?! - Exclamó sumamente avergonzado.

Su madre rio a la par que sostenía el condon que le había sido devuelto.

- Oh vamos cariño, ya tienes 18 y ya te dimos la charla - Al recordar aquello la vergüenza fue más evidente.

- Pero‐ ¡No estoy listo y... ¡No tengo pareja! - Alego enojado.

Amaba a su madre pero aveces sentía que se metía bastante en sus asuntos personales.

- No te estoy diciendo que debes de acostarte con alguien - Musito dando un par de caricias en su pelo - Solo quiero que tengas la protección necesaria en caso de que se te presente algo en el futuro.

Eijiro frunció su ceño.

- Cómo te dije, no lo necesito - Respondio algo pasivo-agresivo - Gracias por darme la confianza pero, no me gusta que te metas en ese tipo de asuntos - Su madre simplemente le miro con cariño y una leve sonrisa.

- Está bien amor, lo siento - Aquello hizo que el menor se sintiera algo culpable.

- Yo...

- Eiji ¿que te he dicho?

- Poner límites no es malo y no me tengo que sentir culpable por decirlos - Su respuesta saco una sonrisa de satisfacción a la mayor quien se acercó y le abrazo dejando un beso en su cien.

- Bien, ahora ve y diviértete - Eijiro le sonrió calidamente y se fue pero, al dar tres pasos, termino devolviendose y tomando aquel sobre que antes había devuelto.

Su madre rio, avergonzandolo por lo que simplemente se largo lo más rápido que pudo para volver con sus amigos.

Kanojo lo conocía, sabía que solo lo había tomado para que no se sintiera mal y no por qué realmente lo vaya a utilizar, como sea su hijo ya le había pedido más privacidad en eso así que no se metería o bueno, intentaría no fisgar por ahí directamente.

- ¿Todo bien? - Denki fue el primero en hablar.

- Si no es nada - Respondió.

- Estás rojisimo y apenas hemos salido al sol - Mina picó una de sus mejillas por lo que eijiro le quito la mano con la suya.

- Por eso tu mamá dijo lo del protector - Supuso Sero sacándolo del aprieto para luego continuar caminando a excepción de Bakugo quien mantenía su vista en la mano empuñada del teñido.

- Guarda esa mierda antes de que los idiotas se den cuenta

- ¿Q-qu-

- El condon Kirishima - Nuevamente los colores se fueron a su cabeza - Vi todo - La sonrisa en el rostro del cenizo le dieron ganas de ser tragado por la tierra.

Kirishima guardo el condon y empujó al cenizo.

- Eres un chismoso - Acusó empezando a correr para alcanzar a sus amigos, tan solo escucho las carcajadas del chico, quien enseguida le siguió el paso volviéndolo una competencia sobre quien llegaría primero.