Una pequeña mentira

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– Así queee.. – Eijiro jugueteo con sus dedos sonrojado.

No podía solo ignorarlo como antes.

Luego de ver a su madre realmente quiso contarle todo pero primero quería saber que había así que aquí estamos.

Con Eijiro sentado en la cama con el regalo de cortejo en sus piernas y sin saber como formular la pregunta.

– Si se te ocurre preguntar que mierda somos te reviento la cara – Gruño el cenizo ocultando su vergüenza con enojo.

– ¡Pero-

– Pero nada – Interrumpió levantándose de la silla en la que estaba, acercandose al pelirrojo – Te estoy cortejando ¿Para que mierda crees que es? – Cuestionó una vez frente a el, eijiro se sonrojo obligándose a mirarle a los ojos.

– ¿S-ser novios? – Cuestionó sintiéndose apenado al sentir la mano del cenizo en su menton.

– ¿Eso y ya? – Cuestionó alzando una de sus cejas Kirishima rio nerviosamente y trato de desviar su mirada pero no pudo.

– Oh – Katsuki ladeó una sonrisa orgulloso de sí mismo al poder causarle esas reacciones al pelirojo.

– Si, oh – Katsuki se acercó a el y le beso, esta vez no fue un beso fugaz, mucho menos puro o inocente aunque si algo lento pero constante,  está vez tenía la intención de probarlo saborear los labios de Kirishima y ver que otra expresión podría sacar de él por lo que, lo que en un inicio era lento comenzó a tomar más ritmo.

Sus labios danzaban en un beso bastante extasiante.

Katsuki gruño complacido y enseguida le siguió Eijiro lo cual aprovecho el alpha para invadir su boca, Eijiro se dejó llevar rodeando el cuello de este con sus brazos empezando a juguetear con los pelos de su nuca mientras sentía su cabeza nublarse, mierda, olía bien.

Katsuki se aparto respirando irregularmente ante la falta de aliento Eijiro jadeo y halo del cenizo para pegarle más a sí volviendo a unir sus labios esta vez siendo el quien invadiera la boca del otro.

¿Que es ese olor? ¿Por qué olia tan bien? ¿Y por qué su boca lo hacía sentir tan... jodidamente bien?

Sin darse cuenta su olor se filtro y su omega pareció tomar el control.

Alzo su cadera sacandole un jadeo ahogado al cenizo quien le tomo con una mano la misma para que no le tentara.

Al igual que el pelirrojo comenzó a sentir su cabeza nublada e intoxicada por el aroma de este.

Sentía su boca hacerse agua mientras en su cabeza solo estaba la figura de eijiro.

Mierda, debo parar..

Se dijo a sí mismo mientras volvía a ser arrastrado a los labios del chico y apresado por esas piernas que parecían querer llevarlo a su fin. Oh.. y ese olor...

Katsuki gruño.

¿Qué mierda es eso?

Era dulce y cítrico olía asquerosamente delicioso y podía sentir como su alpha gritaba tómalo.

– Kirishima – Gimio moviendo sus caderas sacandole un gimoteo al Omega que tenía debajo que tan solo lo dejo más caliente, sabía que debía separarse, detenerse, pero oh dios...

Volvió a dar una estocada para crear más fricción en ambos Kirishima apretó más el agarre de sus piernas dejando de besarlo para poder tomar su camiseta y ocultar un gemido.

Katsuki sintió su corazón detenerse unos segundos para luego salir disparado.

Movió sus caderas una y otra vez sin despegar la mirada del pelirrojo con la expresión más sucia que jamás haya visto que ahora era un manojo de jadeos y gemidos ahogados ya que aun tenia su camiseta levantada hasta sus labios para mantener todo lo mas silencioso posible dejando su pecho al descubierto y una vista mas clara del bulto entre sus piernas.