Una pequeña mentira

11

Despertó jodidamente exaltado y agitado como si de una pesadilla se tratara.

No estaba en su habitación.

¿Qué paso? ¿Dónde estaba?

Un fuerte punzón paso por su cabeza aun se sentía mareado y hasta con ganas de vomitar.

- ¿Ya despertaste?

"Esa voz y ese olor..."

Miro al frente.

- N-nemuri sensei - Sus palabras salieron como un murmuro bastante fatigado y pesado se sentía jodido y agotado -  Que.. - Miro su brazo el cual tenia un suero - ¿Dónde estoy.. - Nemuri le hizo recostarse pues los niveles de su celo volverían a subir en pocos minutos.

- Kirishima-kun tranquilo estas a salvo Aizawa te trajo a una de las enfermerías privadas - El chico no dijo nada se sentía casado y bastante somnoliento, casi como... Casi como si estuviera drogado...

Miro a Nemuri y como supuso estaba dejando salir el mismo olor que le había dejado inconsciente cuando estaba en medio de aquel infernal calor.

Kirishima se dejo llevar y volvió a dormir.

No comprendía casi nada sin embargo no tenia ánimos ni fuerzas para cuestionar tan solo quedo atrapado en su calor.

(...)

Aizawa se masajeaba el puente de la nariz.

– Debes de admitir que el chico lo ha llevado mucho mejor que tu en su momento - El azabache le dio una mirada severa para que se callara la boca.

– Independientemente de que sea cierto Kirishima no debe seguir.

– Aizawa – El tono empleado por su pareja le fastidio.

– No me vengas con "Aizawa" – Imito la voz del rubio gruñendo entre dientes – Kirishima no debe seguir ocultando su género.

– ¿No crees que es algo injusto?

– No es lo mismo – Mic se cruzo de brazos esperando la justificación de su pareja – Sabes bien lo que paso – Mic al escucharle cierta molestia se poso en el desviando su rostro apretando sus manos en sus brazos chasqueando imperceptiblemente su lengua cosa que no pasó desapercibida por el azabache quien no dijo nada y simplemente miraba a su taza de café.

– ¿Qué acaso están en un funeral o que? – Nemuri quién salía de aquella habitación impregnada del aroma de Kirishima trato de aliviar el ambiente. Mic se alejo un poco y Aizawa se acercó a la mujer – Si, está bien – Contesto antes de que el azabache logrará completar su pregunta.

– Ah.. – Suspiro pesadamente.

Aizawa mentiría si llegara a decir que Kirishima no era su mayor preocupación por el momento aquello le arrebataba el sueño por las noches y le distraía durante sus jornadas laborales.

Nemuri le miro ligeramente preocupada.

– ¿Qué harás? – Aizawa llevo su mano a la cabeza rascando ligeramente de ella.

– Ya no puedo hacer nada – Musitó con fastidio Mic no dijo nada.

– ¿Nada? – Nemuri le miro con severidad – Kirishima solo necesito dos dosis de supresores y unas horas de descanso – El pelinegro gruño negado a escucharle pues sabía a que iba.

– ¡Ese no es el maldito problema! – Dio un golpe a la mesa haciendo que ambos le miraran sorprendidos.

El pelinegro no perdía los nervios tan fácilmente así que ver aquella reacción fue inesperado.

– Ustedes saben perfectamente que la liga de villanos ya no son los de antes ya no solo es fuerza ahora también son feromonas – Aizawa miro a ambos con una expresión cargada de agobio – ¿Creen que no quiero ayudarlo? ¡Claro que si! Pero... Ya no tiene caso Kirishima y Bakugo son destinados ¿Qué se supone y haga con eso? Sin importar los malditos ejercicios y prácticas que hagamos Kirishima ya no podrá volver a ocultar lo que es – Ambos mayores tenían sentimientos encontrados, no se creían eso de que Kirishima ya no podría contra restar sus instintos pero ver a Aizawa de tal manera...

– Mientes... – Murmuro Mic haciendo que el azabache le mirase ligeramente fastidiado – Kirishima si podrá contrarrestar sus instintos... – Mic despejo sus brazos y miro a su pareja – El único que reacciono fue Noboro ¿no? – La mirada pasmada de Aizawa quedó sobre su pareja – El único que no pudo esquivar el derrumbe fue él – Aizawa no dijo nada tan solo le miraba con su corazón en la mano – Tu pudiste contrarrestar tus instintos pero Noboro no ya que no recibió los mismos entrenamientos que tu, no temes que Kirishima no contrarreste sus instintos temes que a Bakugou le suceda algo similar

– ¡Hey! – Nemuri alejo a ambos posicionándose en medio – ¿Qué te pasa? – Cuestiono mirando al rubio con el ceño fruncido Mic al volver a sus cávales recapacitó sus acciones y palabras.

"Maldición..."

– Shōta yo.. – El Azabache golpeo la mano del Rubio apartándole.

– Vete – Murmuro abrazándose a si mismo dolido por las palabras y acusaciones casi completamente certeras de su compañero, Hizashi se sintió como un imbécil y simplemente cumplió con su orden lanzándole una mirada cargada de arrepentimiento la cual fue ignorada.

(...)

Desperté somnoliento y hambriento.

Apenas iba abriendo mis ojos y ya sentía mis tripas retorcerse.

No.. Mejor dicho mis tripas fueron el causante de mi despertar.

– Ten – Mire a mi izquierda un plato lleno de lo que más anhelaba en esos instantes..

De manera innecesariamente brusca le arrebate el plato a Aizawa empezando a comer como si no hubiese un mañana escuche sus suspiro pesado y claramente agotado pero ahora mismo lo único que me importaba era saciar mi hambre.

Solté un quejido y luego un refunfuño mirando a pequeña anciana frente a mi la cual dejaba su bastón en el suelo.

– Solo llevas un día no seas un dramático – Fruncí el ceño aun más.

– ¿Eh...

– Nada solo termina de comer tenemos mucho de que hablar – trague lo que tenia en mi boca ese tono y esa mirada...

Un escalofrió recorrió mi cuerpo.

Si antes mi prioridad era devorar aquel plato ahora el nudo en mi estómago ante los nervios lo impedía.