Una pequeña mentira

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(...)

– ¡Ahg! –  Tetsu se encontraba sobre Kirishima.

Era su tercera ronda de entrenamiento e inevitablemente Kirishima callo en la trampa de Tetsu causando que ahora esté contra el suelo bajo la llave del peliplata.

– ¡Rindete! – Bramo el chico con una sonrisa victoriosa.

Eijiro gruño.

– ¡¿Dónde aprendiste eso?! – Bufo removiendose en busca de librarse del agarrare del peliplata.

– Kendo – Respondió con orgullo logrando sacarle una maldición al pelirrojo quien trato de levantarse para tumbar a Tetsu, sin embargo como supuso Tetsu se aseguró de que no sea posible.

Afianzó más el agarre sacándole un quejido de dolor al pelirrojo.

– T-Tetsu – Se quejo en reproche.

– Rindete – Kirishima sintió un escalofrío y cierto pánico...

Esa voz...

Estuvo apunto de ceder sin embargo se golpeó así mismo contra el suelo sorprendiendo al peliplata el cual no dejo de sostenerlo.

– No – Gruño alzando su cadera de manera imperceptible.

Si no puedes con ellos seducelos.

– Tetsuu duele – La voz de Eijiro activaron los sentidos del alfa quien se mostró preocupado ante los lamentos del Omega.

Al sentir que el agarre se aflojó Eijiro aprovecho y se dió la vuelta tomando por sorpresa al peliplata que quedó bajo las caderas del pelirrojo siendo sostenido de las muñecas y amenazado con aquellas garras de piedra.

Eijiro se acercó al oído del chico.

– Rindete Tsu~ – Aquel ronroneo saco un jadeo de sus labios causando que sus mejillas tomarán un fuerte color rojo.

Estaba tan sorprendido que ni siquiera pudo dejar salir algo de sus labios.

Ni siquiera sé dió cuenta de cómo accedió dejando un tembloroso "si" salir de su boca cumpliendo el pedido de aquel chico que causó estragos en su cabeza con tan solo palabras.

¿Que mierda había pasado?

Sintió como el pelirrojo se retiró de su regazo con una sonrisa tan brillante como el sol.

– ¡Gane! – Celebro con orgullo bajo la atenta mirada del peliplata que terminó duro ante el recuerdo de aquel apodo y ronroneo.

Recogió sus piernas y se sentó en busca de ocultar la vergonzosa reacción que tuvo. Sentía el calor del sol causando que un gruñido saliera de el.

Desvió la vista en cuanto diviso los ojos de Kirishima sobre los suyos.

Estaba avergonzado.

Se puso duro por su mejor amigo.

Eso no era nada masculino.

– ¿Tetsu? ¿Estás bien bro? – La voz preocupada de Eijiro sonó como eco en la cabeza del joven estaba mareado y el sol de la tarde lo tenía desesperado.

– Calor – Jadeo sintiendo náuseas y algo de dolor en el cuerpo.

Se quejo al sentir un piquete en su cuello cayendo desmayado en el pasto.

– ¡Tetsu! – Kirishima se apresuró a acercarse al peliplata exaltado.

Estaba a nada de un ataque de nervios hasta que entendió la situación.

Mierda.

El pelirrojo cargo al peliplata en su espalda y corrió hasta la enfermería.

Tan solo tenía unos 5 minutos y no correría el riesgo de que el peliplata cometiera un accidente si no lograba encontrar un maestro a tiempo.

(...)

– ¡¿Cómo se te ocurre cargar a un Alpha en celo?! – Aizawa retaba a su alumno exaltado.

– No podía dejarlo ahí tirado – Respondió no muy seguro de si debía contestar aquella pregunta – ¿Y si no encontraba un maestro y Tetsu atacaba a alguien? – Se excuso creyendo que con ello se salvaría del enojo de su maestro.

– Kirishima por el amor de dios ¡Los collares mandan una alerta a los profesores encargados! – Eijiro se encogió en su lugar – ¿Que crees que hubiera pasado si Tetsutetsu despertaba antes de tiempo? ¿Que acaso no prestas atención a las clases?

Diablos.. ¿Cómo se le pudo olvidar?

Dejo salir un quejido de arrepentimiento.

– L-lo siento – Murmuró bajando la vista – Entre en pánico y solo quise ayudar – Kirishima volvió a alzar su vista en busca de hacer entender a su maestro que enserio había actuado sin pensar.

– Shota – Mic hizo acto de presencia y Eijiro sintió el alivio recorrer su cuerpo.

El azabache miro a su pareja.

– ¿Que? – Hizashi ladeó una sonrisa y suspiro.

– Tus feromonas – Aclaro haciendo que el peliazabache abriera sus ojos e inhalara en busca de calmarse y recuperar el control de sus feromonas.

– Voy a terminar muerto con estos mocosos – Gruño sacándole una sonrisa divertida al rubio y haciendo sentir culpable al pelirojo.

– Lo siento sensei.

Mic dejo un beso en la mejilla del azabache y luego se acercó al pelirrojo.

– No hiciste nada malo Kirishima, Ahora solo está algo exaltado – Sintió la fiera mirada del azabache en su nuca haciendole reír.

– Pero Aizawa sensei tiene razón – Murmuró mirando nuevamente al suelo – Fue muy irresponsable de mi parte pero.. Solo quise ayudar, es la primera vez que ví como funcionaba eso solo entre en pánico y lo único que pensé fue en llevarle a la enfermería para que no ocurriera ningún accidente ¡Lo siento mucho!

Aizawa suspiro cayendo en cuenta de que talvez se exaltó de más.

– Solo que no se repita denuevo o serás castigado – Advirtió cruzandose de brazos – Ya puedes irte – Eijiro asintió aliviado de librarse de un castigo pero apenado por hacer fastidiar a su maestro que le ha ayudado tanto.

– Si sensei...

Se resigno a pasar entre ambos mayores para dirigirse a la puerta y regresar a los dormitorios.