Capítulo 08 ~ Pasadizo de la bruja tuerta

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Flashback ~ 22 años antes

Los domingos, en mi humilde opinión, eran los días más aburridos de la semana si estabas en Hogwarts.

Si eras afortunado y no tenías una larga lista de deberes, cosa que era imposible teniendo a Snape como profesor, podías pasar la tarde en el lago si el día estaba soleado. Pero si además estaba nevando solo quedaba pasear por los tristes y fríos pasillos de Hogwarts.

El desayuno se servía más tarde que el resto de la semana, como si fueran capaces de adivinar que las noches de sábado nos saltábamos el toque de queda. Y ahí, en la mesa de Slytherin, recostada sobre mis brazos y ocultando la cabeza entre ellos, esperaba compañía para no desayunar sola.

La cabeza me martilleaba por todo el alcohol ingerido la noche antes y sentía unas náuseas horribles. Tenía la boca seca y rasposa.

Definitivamente, debía tomarme enserio estudiar pociones para ser capaz de prepararme uno de esos brebajes revitalizantes, o no volver a beber. Lo que me resultara más fácil. Bueno, si conseguía mirar a Draco a la cara podría pedirle la poción a él, pero me avergonzaba demasiado lo que vi en aquella habitación de Gryffindor.

--¿Estás sola?--preguntaba esa voz que comenzaba a ser bastante conocida.

--Sí, pero tampoco quiero estar contigo--dije sin levantar la cabeza de la mesa.

--No puedes estar enfadada conmigo para siempre--añadió indignado

--¿Quieres ver cómo si puedo?--levanté la cabeza para mirarle a los ojos y me perdí entre sus pecas

--Venga, Riddle. Sólo fue una broma. Pensamos que sería divertido. De hecho, a nadie pareció importarle salvo a ti.

--Está mal, es inmoral--puntualicé

--Como insultar a los demás por los pasillos pero igualmente tú lo haces--añadió ofendido.

Empezaba a sospechar que no sabía tratar a un Gryffindor más allá de hacerlo enojar. La cara de George empezaba a hacer juego con su pelo y entrecerró los puños.

Desconocía el motivo, pero enfadarle ya no me parecía tan divertido como hace dos meses. De hecho, su cara me parecía más bonita cuando sonreía. Algo dentro de mí me sugería pedir disculpas pero otra vocecita, la que usualmente solía escuchar, me decía que lo largara de mi vista. Pero no, yo quería continuar mirando su rostro para seguir admirándolo.

--Está bien. Lo siento, ¿vale? Realmente no me molestó tanto lo que tú hiciste si no lo que yo dije--admití derrotada ante su fija mirada.

--¿Cómo has dicho? ¿T/n Riddle está disculpándose por algo?--añadió sorprendido olvidando que un segundo antes se había molestado y sentándose frente a mí.

--No pienso repetirlo Weasley--sentencié algo borde

--Esa respuesta ya me parece más normal viniendo de ti--dijo divertido intentando acercar su mano a la mía cautelosamente. Cuando vió que no la apartaba se armó de valor y me preguntó-- ¿Qué vas a hacer esta tarde?

--¿Qué haces aquí Weasley?--preguntó Draco llegando a la mesa y sentándose a mi lado. George apartó rápidamente sus manos y las escondió bajo la mesa-- Te estoy hablando a tí, pelirrojo.

--Eh, nada, sólo....nada, ya me voy--agachó la cabeza y se levantó cuando contempló como Draco pasaba una mano por mi cintura de forma protectora.

--Después del almuerzo en el vestíbulo principal, Weasley. No me hagas esperar--le dije antes de que se girara rumbo a su mesa y entonces volví a ocultarme entre mis brazos.

Cuando George rompió mi corazón ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora