Mansión Malfoy ~ Presente
Unos rayos de sol entraban de forma traicionera por la ventana con el único objetivo de lograr despertarme. Me giré con desgana bajo el agarre que mi acompañante mantenía en mi cintura e intenté seguir durmiendo sin mucho éxito. Tic tic tic. No sé que sería ese insoportable ruido pero trastocaba mi sueño. Tic tic tic. Fruncí el ceño a pesar de mantener los ojos aún cerrados. Tic tic tic. ¡Por Merlín! Me incorporé de golpe y porrazo mirando a mi alrededor manteniendo mi cara de recién despierta con el pelo alborotado. En la ventana, una lechuza parda picoteaba el cristal insaciable por entregar el mensaje que aguardaba atado a su pata con un cordel rojo. Retiré la mano que me apresaba en la cama bajo queja de su dueño y me acerqué a abrir aquella ventana sin mayor prenda que una sábana que logré apartar de la cama envolviendo mi cuerpo desnudo.
Fuera aún estaba nevado, por lo que abrí muy pocos centímetros la ventana con la escusa de no dejar pasar el frío. La lechuza entró con desgana, se apoyó en mi brazo y me mostró su patita dejándola en el aire para que yo tomase la carta. La liberé de su carga y ella salió sin demora por el hueco que había dejado abierto. Cerré de nuevo y desenrrollé el pergamino mientras caminaba de vuelta hacia la cama.
"Eres la única que puede entender la situación por la que estoy pasando. Te veo a las nueve en punto en el Salón de té de Madame Tudipié.
~G.P."
-Mmh, ¿quién te escribe a estas horas?-preguntó una voz aún adormilada y en medio de un bostezo desde la cama
-Mi amante-bromeé
-Ese soy yo-dijo George Weasley pasándose una mano por el ojo derecho para intentar despejar el sueño- y yo no te he escrito.
-Tengo una reunión que no puedo aplazar y debo marcharme-le expliqué sentándome en el filo de la cama y dejándome atrapar entre sus brazos
-¿No puedo hacer nada para convencerte de que te quedes aquí conmigo?-sugirió acariciando mi espalda
-No, además debes ir a trabajar o no me quiero imaginar la cara que pondrá tu hermano Ron-reí aceptando sus besos
-Aún nos queda algo de lo que hablar-comentó algo más serio
Había pospuesto todo lo que pude esa conversación entreteniéndole con besos, pero sabía que pronto llegaría el momento de hablarlo y que no tendría escapatoria. "En cuanto termines tu jornada, vuelve aquí, te estaré esperando" le dije mirando fijamente a sus ojos de la forma más sincera que pude, pero en ese momento, una persona, pelirroja también, esperaba mi llegada en el lugar donde tantos alumnos de Hogwarts han tenido sus primeras citas a lo largo de los años.
Me aparecí sin demora en la calle principal de Hogsmeade, algo mareada por el trayecto. La verdad es que dudaba que una embarazada pudiese hacer eso, ya que con el de Scorpius jamás salí de la Mansión. Caminé, bien enfundada en mi abrigo, hasta el salón de té. Bajo el sonido de una melódica campana que había sobre la puerta, entré en aquella explosión de rosa y encaje que caracterizaba aquél lugar tan peculiar. Con una cálida bienvenida del olor a té, café y bollos que la anciana Madame Tudipié había comenzado a servirle, Ginevra Weasley me esperaba en una de las mesas más apartadas dando a entender el carácter privado de nuestra próxima conversación.
-Ginny, me sorprendió tu carta-dije acercándome para darle dos besos en cada correspondiente mejilla mientras retiraba los guantes de mis manos
-T/n, sé que nos vimos ayer, pero no podía esperar más. Siéntate, por favor. He pedido un poco de todo. No sabía que te gustaba o apetecería por el embarazo-dijo con una triste sonrisa
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Cuando George rompió mi corazón ||TERMINADA||
FanficDiecinueve años después de que Voldemort fuese derrotado, el heredero Malfoy comienza su primer año en Hogwarts. T/n, su madre y fiel esposa de Draco Malfoy, se reencuentra con su amor de la adolescencia, George Weasley, cuando acompaña a su hijo po...