Capítulo 13 ~ Otra vez tú

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Mansión Malfoy ~ Presente

Había olvidado lo que se sentía. Completamente.

Había olvidado que era bueno. Que Draco era bueno en eso a pesar de todo.

Había olvidado lo increíble que era llegar al éxtasis mientras alguien te besaba y sus manos suaves acariciaban cada centímetro de tu piel. "A pesar de todo", volví a decirme. Pero no podía conciliar el sueño, no después de aquello. Hacía más de once años que había aceptado que eso no volvería a pasar, pero ahora estaba tal cuál adolescente que acaba de pasar por su primera vez. Total y absolutamente emocionada, pero sabía que quizás Draco no lo estaba tanto. Lo disfrutaba, ambos lo hacíamos, por Merlín que sí, pero había un abismo entre lo que yo sentía y lo que sentía él. El amor ayudaba, prácticamente lo era todo. ¡Por Salazar bendito! Sin amor no seríamos capaces de pasar por esto, aunque nuestros corazones pertenecieran a otros.  Me giré para estar frente a él. Dormía tranquilamente, e incluso me atrevía a decir que lo hacía feliz. No traumatizado como las primeras veces de nuestro matrimonio, sólo...feliz. Aún podía recordar aquellos intentos, ya lo creo que sí. Cómo se sentía tan mal consigo mismo al terminar que era totalmente incapaz de dormir conmigo en la cama que veníamos compartiendo desde que nos casamos.

Una vez le pregunté al respecto. No quería que se sintiera forzado a hacer algo que le era tan difícil por perpetuar el apellido Malfoy con un heredero, pero su respuesta me dejó, simple y llanamente, sin palabras. "Carecer de un heredero para el apellido Malfoy era algo que tenía asumido, hasta que tú te convertiste en mi esposa. No me imagino una vida sin tí, eres mi mejor amiga, mi otra mitad y espero que podamos formar una familia. El problema no es por ausencia de ganas o fuerzas para hacerlo, simplemente, es físico, no puedo controlarlo. La anatomía femenina es, bajo mi punto de vista, una perfecta obra de arte, pero un tipo de arte que no me atrae. Y para poder consumar necesito pensar en otras...cosas, y eso me hace sentirme infiel a ti". Verdaderamente amaba a este hombre y me enternecía que me quisiera tanto. Durante meses traté de hacerle entender que jamás nada de lo que él pudiese hacer sería una traición a nuestro matrimonio. Éramos amigos, los mejores, y eso nada podría cambiarlo. ¡Cuánto daría por ofrecerle un minuto con el dueño de sus fantasías y suspiros! ¡Cuánto daría porque fuese feliz a su lado! Por que sí, lo daría todo. Sabía bien que Draco jamás se iría de mi vida y yo seguiría plenamente feliz si él perseguía esa idea del amor verdadero que dejamos años atrás en el pasado. ¡Ojalá hubiésemos sido Gryffindor para hallar el valor necesario en su momento! Aunque, de poco nos había servido que ellos si lo fueran, ¿verdad?. Weasley me abandonó a mi suerte, y Potter... hizo lo que se esperaba de todo héroe de guerra; formar una familia preciosa  en la que no había sitio para un ex-mortífago.

Miré de nuevo a Draco. Descansaba tan plácidamente. Sin duda estaba teniendo un sueño bonito. Acaricié su rostro y él se movió ante el contacto aproximándose más a mí sin despertarse. Scorpius se parecía tanto a él. Me sentía sumamente afortunada de tener una familia tan maravillosa.

-¿Estás despierta?-balbuceó medio dormido con los ojos aún cerrados.

-Estaba demasiado embelesada mirándote. Vuelve a dormir, querido -susurré.

-Deb..erías...des...cansar-añadió entre bostezos mientras me abrazaba por la cintura

Y así, mientras su respiración tomaba poco a poco un ritmo más pausado y volvía a dormirse profundamente, mis párpados se cerraban cansados por un repentino sueño y caía en las redes de Morfeo.

A la mañana siguiente, una lechuza entraba por el ventanal y dejaba caer un sobre de carta junto al desayuno de mi marido. "Que lechuza tan grosera" pensé mientras Draco soltaba su taza de té y se pasaba una servilleta por la comisura de los labios antes de tomar el amarillento trozo de pergamino que se ocultaba bajo el sobre. La leyó en silencio, al tiempo que yo cortaba, con modales propios de señora Malfoy, la rica tortilla que habían tenido a bien prepararme los elfos esa mañana.

Cuando George rompió mi corazón ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora