Cuando George rompió mi corazón ||TERMINADA||

Capítulo 09 ~ El amor platónico también es amor

Mansión Malfoy ~ Presente

"Luego te cuento", había añadido sutilmente en un susurro en el oído de mi amiga mientras nos fundíamos en un abrazo a modo de apaciguar su mirada interrogante. Seguido de ella, Blaise entraba por la chimenea y comenzaba a sacudirse las cenizas cuando Scorpius se lanzó a sus brazos al grito de "padrino".

Como Draco aún no había vuelto, me tocaba desempeñar el papel de anfitriona yo sola. Escusé su retraso y los dirigí hacía el comedor, palmeando para llamar a los elfos en cuanto nos hubimos sentado para solicitar un tentempié. Ciertamente, cualquier persona creería que no hacía falta tantos formalismos con las personas que considerabas tu familia, pero como buena esposa Malfoy que era, debía adecuarme a los protocolos establecidos generaciones atrás.

Conversábamos animadamente ante la atención de Scorpius que no quería perderse detalle. Pansy entendió que no quería hablar delante de mi hijo, dado que no volvió a insistir, pero la conocía mejor que la palma de mi mano y sabía que, si bien tenía muchas virtudes, no podría resistir su hambre de curiosidad mucho tiempo, al igual que no resistía el hambre que le estaba dando el embarazo.

-Scorp, amor-comencé a hablar con dulzura- No es necesario que soportes estas aburridas conversaciones de adultos, ve a jugar cariño, te avisaremos en cuanto tu padre haya llegado.

Scorpius, se levantó delicadamente y se disculpó por retirarse haciendo gala de toda la educación que le habíamos enseñado comprendiendo que, cuando su madre le lanzaba "esa mirada" debía hacer caso sin rechistar.

-Bien-dijo Pansy en cuanto el niño se perdió de vista- Comienza.

-Sabía que no aguantarías un segundo más-añadí bajando a la mirada

-¿Desde cuando tú hijo conoce la tienda del amor de tu vida?-preguntó sin rodeos

-¿Así de directa, Pans?-intercedió Blaise

-Tranquilo, cierto es que, como poco, es sorprendente-añadí

-¿Sólo sorprendente?-exclamó Pansy

-Nena, no te alteres, no es bueno para el bebé-comenté- Si me dejas hablar y no me interrumpes, podré comenzar a contarte que pasó.

-Está bien, me tranquilizaré-dijo tomando otro canapé

-Ayer en la mañana fuimos al callejón Diagon en busca de los materiales necesarios para el primer año de Scorp, y en cuanto vió esa tienda, por Merlín, quedó fascinado-narré

-¿Quién no? Es llamativa, han sabido hacerlo-comentó Blaise.

-Me obligó a entrar, ya sabéis lo que me cuesta decirle que no a algo y vuestro amigo el muy patán me dejó sola con el niño alegando que debía enfrentarlo sola-acusé

-Realmente, tenía razón, ¿Y si la primera vez que vuelves a ver al amor de tu vida es con tu marido de la mano? ¡Qué horror!-comentó Pansy

-Fue aún peor que si me hubiese acompañado, le traté como en aquellos años en los pasillos de Hogwarts antes de empezar a salir-dije amargamente- El caso es que volvimos a casa con nuestras compras y Draco llevó al niño a dejar la nueva lechuza junto a las demás mientras yo organizaba el té-continué narrando- Cuando Draco se unió, hablamos brevemente de lo felices que éramos en nuestro matrimonio a pesar de haber sido un arreglo de nuestros padres. Entonces, Scorpius llegó silenciosamente y nos escuchó decir que no nos amábamos-paré ante la boca abierta de Pansy.

-No es cierto-murmuró incrédula

-Por eso se escapó-añadí- Lo que aún no entiendo es porqué fue a esa dichosa tienda-suspiré- Cuando volvimos le explicamos todo lo ocurrido en aquellos años de la mejor forma que pudimos y comprendió que, si bien nuestro matrimonio no fue por amor, nunca nada podría romper la relación tan maravillosa que habíamos construido.

-Y esa es la mejor parte de casarte con tu mejor amiga-añadió un sonriente Draco desde la puerta- Hola, querida- saludó dándome un escueto beso en los labios y procediendo a saludar a nuestros invitados- ¿Y Scorpius?