Cuando George rompió mi corazón ||TERMINADA||

Capítulo 29 ~ Fiesta de Navidad de los Malfoy

Mansión Malfoy ~ presente

A través de la ventana de la habitación principal que compartía con Draco podía contemplar el nevado jardín donde reinaba un gran árbol de navidad y las múltiples luces de colores que decoraban cada rincón. Nos habíamos esmerado muchísimo para este día y Scorpius estaba muy emocionado de volver a ver a sus amigos. Suspiré y me alejé del frío cristal para dirigirme al tocador. Quedaban pocos minutos para la llegada de los invitados y mis nervios estaban a flor de piel. Era nuestra primera fiesta y aún temía que rechazaran acudir a la casa de unos ex-mortífagos. Tanteé el cierre del lujoso collar que mi marido me había regalado hace cinco aniversarios sin éxito, pero unas hábiles manos me relevaron y en segundos el collar lucía sobre mi cuello.

-Estas preciosa-susurró Draco mientras besaba mi sien

-¿Se nota mucho?-pregunté poniéndome en pie para que me pudiese ver bien

-Para nada querida-me aseguró mientras se acercaba a mi y tomaba mis manos para besarlas- ¿Estás segura que no quieres decírselo primero?

-No, no merece mis explicaciones-sentencié girándome de nuevo hacia el espejo

-T/n, vamos-suplicó tomándome por los hombres- de esta forma será peor.

-He dicho que no-contesté rudamente y enseguida me arrepentí- Lo siento, no quería hablarte así.

-Venga, querida. Bajemos, ya casi es la hora-desistió de su intento de convencerme por última vez ofreciéndome su brazo.

En el vestíbulo, Scorpius esperaba sonriente.   Apenas hacía dos días que había vuelto y, aunque estaba totalmente castigado por los líos en los que se había metido, no podíamos negarle asistir a tal evento.

-Estás muy guapa mamá-piropeó mi pequeño

-Tú también amor-dije mientras acariciaba su mejilla y luego pasaba a retocar su pajarita- ¡Kinddy! ¡Dikcher!-llamé para en apenas dos segundos escuchar el sonoro crack- Abrid las puertas de la casa y tomad los abrigos de todos los invitados. Como ya sabéis, si están en la lista las cancela de hierro de la propiedad se abrirá a ellos, si no están invitados ruego les recordéis amablemente que deben marcharse.

Para nuestro alivio, en media hora la mayoría de los invitados llenaban el salón reservado para eventos con sus copas en la mano, pero para mi desgracia ante lo que anunciaríamos más tarde durante el brindis, cada uno de los Weasley y los Potter rondaban por allí bajo petición expresa de mi pequeño que correteaba con sus amigos por la sala contigua y que habíamos reservado para ese cometido dejando que los invitados adultos disfrutaran de la velada sin estrés. Paseé entre la multitud saludando por aquí y por allá sin entretenerme más que dos frases vacías hasta que vislumbré una cabellera que solía ser más pelirroja de lo que ahora era.

-¡Señora Weasley!-exclamé con entusiasmo- ¡Que honor que aceptara mi invitación!

-Oh, T/n querida. ¡Cuánto tiempo!-saludó tomándome de las mejillas- He de reconocer que me sorprendió recibir una invitación de los Señores Malfoy, pero Ginny estaba conmigo y me explicó enseguida que ahora tú ostentabas ese título. ¡Cuánto has crecido!

-Sí, ha pasado mucho tiempo y han pasado demasiadas cosas-añadí aceptando la copa que me trajo Kinddy totalmente diferente a la de los demás.

-Me honraría mucho que pudieses acudir una tarde a la Madriguera a tomar el té conmigo y con Arthur-me pidió

-Será un placer, Señora Weasley

-Mamá, Señora Malfoy-llegaba George Weasley saludando y acomodándose la elegante chaqueta- ¿Te importa que te la robe un momento?

-En absoluto, Georgie. Iré a buscar a tu padre-aceptó la matriarca Weasley dando unas palmaditas en el punto más alto que alcanzaba de su hijo- Luego hablamos querida.