Cuando George rompió mi corazón ||TERMINADA||

Capítulo 19 ~ Es la hora del té

Mansión Malfoy ~ Presente

La tarde estaba maravillosa para tomar el té en el jardín. Todo estaba listo. Las tazas sobre los platillos, las cucharitas y los terrones de azúcar. Bizcochos, dulces y tentempiés. Las servilletas de tela impecablemente planchadas y dobladas. Mullidos cojines en cada silla blanca... Los elfos se habían superado.

Draco merodeaba alrededor de la mesa intentando picar algo, ganándose una amonestación por mi parte cada vez que me daba cuenta. Mientras, yo intentaba adecentar el arreglo floral del centro, sobre el que una pequeña abeja revoloteaba de forma alegre.

A la hora acordada, Kinddy me avisó para no olvidar que debía recepcionar a la invitada junto a la chimenea. Le agradecí su recordatorio y pasé dentro de la Mansión, no sin antes señalar al rubio con el índice para amenazarle de que si tocaba un solo trozo de tarta le cortaría la mano de la misma forma que Longbottom cortó el cuello de Nagini. El río risueño y levantó las manos todo inocente, acompañándome dentro, deseando perderse por cualquier habitación con tal de estar lejos de cualquier persona apellidada Potter y, cuando las llamas verdes anunciaron la llegada de Ginny, Draco se había esfumado por completo.

-Ginevra, querida. Que placer volver a verte-anuncié acercándome para dar los dos besos de cortesía.

-T/n, gracias por la invitación. Espero que no te importe, pero mi hija no se ha podido resistir a visitar tan honorable casa-se disculpó mientras las llamas verdes volvían a encenderse- Por mucho que intenté convencerla, no sé decir que no.

-No te preocupes, seguro es un encanto. Estoy deseando conocerla.

De la chimenea salió una pequeña niña pelirroja que era el vivo retrato de su madre a su edad. Sacudió la ceniza de su vestido amarillo de cuadros vichy con delicadeza antes de proceder a presentarse educadamente.

-Hola, soy Lily Luna Potter-dijo de carrerilla con una sonrisa en su rostro.

-¡Qué bonito nombre!-añadí agachándome a su lado para tomarla por sus mejillas- Es un placer, yo soy T/n, T/n Malfoy.

-Me han hablado de usted-comentó mientras se enrojecían sus mejillas

-Espero que todo bueno, pero no me llames de usted-le sugerí felizmente- llámame por mi nombre-me levanté y le ofrecí la mano- ¿Quieres ver dónde vamos a merendar?

Tras dos trozos de tarta y uno de bizcocho, Lily perseguía algunas mariposas que revoloteaban por las margaritas mientras yo la contemplaba y tomaba el té junto a su madre. Sin duda esa jovencita había heredado el apetito de su tío Ron. Entonces, la niña tropezó y cayó al césped. Me sobresalté un poco, pero no parecía haberse hecho mucho daño, pues reía de forma risueña divirtiéndose plenamente.

-Tienes una hija preciosa.

-No sé cómo has hecho para encandilarla, normalmente es mucho más traviesa, tal y como son sus hermanos mayores-se sinceró

-Siempre quise una niña, pero no se lo digas a mi marido. Él está muy orgulloso se haber tenido un varón-añadí riendo

-Te puedo preguntar...

-Sé que deseas saber todo lo que yo conozco acerca de lo que pasó entre Draco y Harry-puntualicé y ella asintió- Está bien-suspiré y busqué en mi mente las palabras adecuadas antes de mirarla- Un día en una fiesta en Gryffindor, huía de tu hermano y de sus encantos-sonreí y bajé la mirada de nuevo-abrí una puerta sin preguntar... Ahí fue la primera vez que les vi juntos. Para nada era un encuentro esporádico, había amor, se intuía que no era la primera vez que estaban juntos en privado. En ese momento supe que todos los insultos que se dedicaban por los pasillos no eran más que una tapadera.