Capítulo 02

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El chico había desaparecido entre la multitud de estudiantes.

Sus ojos grises ya no me observaban como lobo a punto de devorar a su presa, su mirada parecía gritar miles de advertencias.

Mis manos estaban frías como hielo y juraba que mis labios estaban secos.

Geydi apartó un mechón de su cabello que posaba en su rostro e intentó calmarme.

—Es muy guapo y creo que te ha tirado el ojo hermanita.— dijo mordiendo su labio inferior.

—Y si ese chico guapo, ¿es el asesino de Cristina?— hice comillas con mis dedos que temblaban ligeramente, algo en mi no dejaba de avisar que estaba todo, menos bien.

La risita de Geydi se esfumó de inmediato y pasó a quedar en completa seriedad, ya iba con lo de no creerme.

—Sophia, Sophia— Cerró los ojos y repitió mi nombre unas veces, —Ese chico dejó el país, lo han visto cruzar la frontera.— volvió a decir.

—Es lo que dicen los periódicos, nosotras no podemos confiar plenamente en ello, además no está bajo presión.

¿Y si ahora viene por mi como me lo había prometido su mirada?

—Sophia, ya ha pasado mucho tiempo, ¡no volverá, relájate!— exclamó sonriendo, sabía que desde aquella noche oscura y terriblemente frustrante para mi, me ponía paranoica y siempre alerta ante cualquier chico extraño que ingresaba en la ciudad, sobre todo en la universidad. Ya no era la misma, no después de presencial aquel acto tan violento y sangriento. Las noticias me ponían de los nervios, no soportaba las redes sociales por el exceso de malas noticias y reportes de accidentes y suicidios.

Decidí hacer a un lado mis tantas preocupaciones y preguntas que tomaron lugar en mi mente. Después de todo, quizás Geydi tenía razón.

—Tienes razón, pero...— se me atrabancaban las palabras, el gran temor lo provocaba, —Su mirada es— conseguí decir, más fui interrumpida bruscamente por Geydi.

—¡Ya baste! ¿Cuantos tíos no tienen el mismo color de ojos?

Tenía razón, era demasiado, estaba realmente exagerando.

<<Basta, no es él, no es él.>> repetí constantemente para asegurarme a mi misma de que mis suposiciones y conclusiones no eran ciertas, habían muchos chicos guapos allí, con el mismo color de ojos, estatura, físico, aquellos ojos que me habían mirado con tanta intensidad, no podían ser la excepción. No, no lo era.

Era un chico más. Sí, eso y nada más.

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